CAPITULO 30

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Yeon Jun había llegado a casa de Soo Bin como este se lo había pedido. El alto le había llamado casi a media noche para preguntarle si podía ir a verlo y, sin necesidad de decírselo dos veces, ahí se encontraba. Esperando que el alto saliera de casa y le explicará a que se debía todo aquel asunto lleno de "misterio".

Vio la puerta principal de la casa ser abierta y, de esta, salió Soo Bin en pijama y pantuflas. Además que llevaba una bolsa de plástico en una de sus manos. Yeon Jun sonrió de lado por lo infantil que el otro chico se veía pero; también, le parecía una de las imágenes más lindas que había visto hasta ahora en el día.

—Creí que no vendrías —fue lo primero que dijo Soo Bin en cuanto estuvo dentro del auto con Yeon Jun y le mostró una enorme sonrisa. Dándole entender al azabache que se sentía demasiado feliz de verlo.

—Dijiste que era algo importante y, debo confesar, tenía muchas ganas de verte —sintió sus mejillas enrojecer y apartó levemente la mirada del otro para que no se diera cuenta de eso—. ¿Qué hay en la bolsa?

—Ah... Oh, sí. Son cervezas —el alto sacó una lata de la bolsa y se la ofreció al azabache, quien pensó brevemente en si tomarla o no pero; al final, terminó aceptándola—. Hay que celebrar.

—¿Puedo saber el motivo de la celebración? —Preguntó Yeon Jun abriendo cuidadosamente la lata y esperó que Soo Bin hiciera lo mismo con la suya.

—Hoy hablé con So Jin por teléfono —confesó y su tono de voz parecía algo bajo, cosa que preocupó al de felinas facciones.— Sobre Jake y Sunoo —aclaró y vio como Soo Bin daba un trago a su cerveza, mientras que él solo se dedicó a humedecer sus labios—. Creí que me pediría que fuera a despedirme de ellos al aeropuerto porque; bueno, sabes que se irían a Incheon después de que Tae Bin y ella firmarán los papeles de adopción.

—¿Y estamos celebrando el hecho de que Jake y Sunoo aceptaron irse con ellos? —Su voz había salido algo quebrada. Recordaba la vez que los niños se enteraron que iban a adoptarlos y, aunque al principio ellos se sintieron emocionados por creer que Yeon Jun y Soo Bin serían sus padres, las sonrisas en los rostros de los infantes desapareció en cuanto les dijeron que la señorita So Jin y el señor Tae Bin serían quienes los adoptarían.

Por supuesto que; al igual que a Soo Bin, a él le había dolido ver la cara de los niños después de aquella noticia pero ahora quería hacer algo para evitar que se los llevaran.

—Sobre eso... —Soo Bin aclaró su garganta, mientras que Yeon Jun daba un sorbo a su bebida, esperando que el alto continuará—. Ella me dijo que... Ya no se llevarían a Jake y Sunoo.

—¿Qué?

—Siendo más específico, Jake  y Sunoo les dijeron que no querían irse con ellos. Que querían quedarse aquí... Con nosotros —ambos hicieron contacto visual y pudieron apreciar los ojos del otro; por unos segundos, gracias a las luces delanteras del auto de Yeon Jun. Las cuales se encontraban encendidas—. ¿Entiendes lo que eso significa? Jake y Sunoo van a quedarse y nosotros hemos sido la razón de la decisión de ellos. Y...

—Quieren que tú y yo seamos quienes los adopten —terminó la oración de Soo Bin y este sonrió nuevamente al ver que Yeon Jun había entendido.

Ambos se quedaron en un breve silencio después de eso hasta que se terminaron su primer par de cervezas.

Cuando volvieron a mirarse mutuamente, ambos fueron acercando con lentitud sus rostros hasta que sus labios se tocaron. El beso era lento y tierno; igual que los besos que ya se habían dado con anterioridad, pero con el paso de los segundos el beso se fue intensificando cada vez un poco más. Soo Bin enredó sus dedos en el borde del cabello; que empezaba a cubrir parte de la nuca, de Yeon Jun y sintió como la lengua de este empezaba a explorar su cavidad bucal.

EL CHICO PERFECTO PARA MI EX - YEONBIN/TAEBIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora