1978 Diez años
Michael llegó una hora antes con una energía y un interés renovado al Arcade se dirigió al juego que le costaba superar y el que más le gustaba a Rachel: Space Invaders. Estaba decidido a entrenar e impresionar a Rachel cuando lo encontrara antes con su puntuación superada. Por eso se desanimó cuando la vio gritando enojada a las naves del juego. Michael la conocía lo suficiente como para entender las señales de peligro a su alrededor, por eso se dio media vuelta y se dispuso a huir.
--¡Michael, qué suerte que estes aqui! ¡Ven a jugar conmigo!
El se volteó lentamente y solo sintió el rostro de ella a centímetros del suyo. ¿Como se movió tan rápido?
--¿Y bien? ¿Por qué llegaste tempranito amiguito Michael?
Exprimió su cerebro en busca de una excusa, pero no se le ocurría ninguna. Miro detrás de ella y vio a un chico estornudar, con eso un foco encendió dentro de su mente.
--Mi hermano Peter enfermó y salíi a distraerme.
--Iu, y tu tan cerca de mí, ¿no ves que me vas a contagiar?
--Ehhh...
--Alejate --reclamó empujandolo- y escúchame, cuando venía de camino se me ocurrió algo, todo lo traigo en aquel bolso.
Michael se acercó al juego que justo a lado tenía un bolso como de compras bastante simple, cuando se agacho a abrirlo encontró unos zapatos, tubos de papel higiénico y calcetines.
--No tengo idea de lo que haremos pero por tu expresión no creo que sea bueno -Michael escuchó su propio tono asustado y para arreglarlo irguió la espalda y sacó el pecho.
--Querido Michael hoy un fantasma ocupará el baño y tu vas ayudarme a crearlo -Rachael estaba entusiasmada y con una gran sonrisa maliciosa.
--Esta bien pero que no sea en el baño de mujeres.
--Será en el baño de mujeres.
--Oh no --chilló Michael horrorizado.
--Oh sí --replicó emocionada Rachel- vente andale, no tenemos tiempo que perder antes de que Jake nos detenga.
Michael agarró la bolsa por las asas y siguió a Rachel a los sanitarios. Se puso detrás de ella mirando a todas partes, entró de espaldas cubriendo a Michael con su cuerpo.
Michael cerró los ojos en cuanto entraron seguía horrorizado de entrar en el recinto prohibido pero la curiosidad le ganó y abrió sus ojos. Había tres cubículos y tres lavabos paralelos con un espejo cubriendo la pared restante del lado del lavamanos. Todo era blaco excepto por el piso y unos cuantos rayones en las puertas.
Rachel estaba poniendo los calcetines a los rollos de baño e introduciendolo en los zapatos, visto asi parece que de verdad habia pies dentro de los zapatos. Rachel sonrió maliciosa y los acomodo en un cubículo, frente al escusado.
--Ahora viene tu parte, necesito que entres y cierres por dentro, te arrastraras para salir.
--¿Qué? No, creo que yo ya no estoy de acuerdo con esto.
--Andale, porfis.
--Eso es bastante asqueroso, me arrastraría por las salpicaduras de pipi, que asco.
Rachel se cruzó de brazos, frunció el ceño y sonrió de lado.
--Nosotras no salpicamos además te daré algo a cambio.
--No, yo elegiré lo que quiero a cambio.
--Ok, pero apurate y no muevas los zapatos.
Michael entró al cubículo cerró por dentro y se tiró boca abajo con cuidado de no mover los zapatos y salió arrastrándose cuando llego al siguiente cubículo se paró e intentó sacudirse toda la inmundicia del cuerpo. Rachel sonreía mirando el cubículo "ocupado".

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No me lo recuerdes
RomanceRachel fue feliz, pero en el ahora esta sola y sumida en un bache del cual cree que nunca va salir, hasta que se reencuentra con los amigos que ella misma dejo, quienes no se han rendido en la dificil tarea de amarla, ¿la vida es tan valiosa o es un...