𝗦𝗔𝗙𝗘 𝗣𝗟𝗔𝗖𝗘 - 𝘃𝗶𝗹𝗹𝗮𝗿𝘁𝗼

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Esto va dedicado para Dippy, mi hermana de otra madre u.u 
ella ama el villarto y como no hay muchas historias de ellos,
solo por hoy dejo de ser una escritora isargas
para hacerle este detalle que espero que le guste mucho,
¡con mucho cariño para ti alegría!

Villamil a veces sentía que era muy complicado vivir. 

No porque a veces era difícil pararse de cama aún cuándo un dulce café hacía presencia en su nariz, o porque de vez en cuándo sus pensamientos se otorgaran tanto poder a si mismos que eran insoportables y entonces no podía hacer nada más que tener ira contra si mismo, esperando que algún golpe en alguna pelea lo hiciera callar. Tampoco porque la motivación faltaba, y entonces deseaba dormir tanto que sus días solamente eran sueños, o porque en sus sueños la vida lo continuará persiguiendo, incluso logrando memorizar cada diferente tipo de miedo que su mente podía crear.

Miedo como, hacer algo que no quieres.

Miedo como, sentirse solo.

Miedo como, perder a alguien que amas. 

Miedo como, perder a gaby.

Bueno, realmente no la perdió; solo no fue suficiente como para que ella se quedara. 

Y a veces cuando todo esto se juntaba, se sentía difícil vivir. 

—¿Villa?— el mencionado se relajó cuándo escuchó su llamado.

No respondió, simplemente acercó sus piernas a su pecho, fingiendo que el frío estaba haciéndolo preso.

― Perro, ¿qué haces aquí? me estoy congelando por tu culpa ― Juan Pablo sonrió, más alegre de lo que le gustaría aceptar.

Dejo que Martín se sentará al lado suyo en la entrada de la casa en la que vivían.

A veces agradecía que vivieran juntos, otras veces lo odiaba 

No porque no quisiera estar con él, pero tampoco quería que él viera lo malo que todo se podía poner.

Entonces Martín compartió de la cobija que sostenía, pasando un brazo sobre el hombro de Villamil para cubrirlo también, dejando que ese pedazo de cálido algodón los pudiera cálidos.

― ¿tuviste una pesadilla? ― murmuro el menor de ambos 

—No—dijo Juan Pablo, con total honestidad. Ser honesto con Marto se sentía bien—Solo no podía dormir.

—¿No podías o no querías?— preguntó, con ese tono de voz tan sabio que tenía, tal todo el optimismo del mundo fuera absorbido por él.

Villamil sabía a quien le recordaba pero no quería aceptarlo.

No, Martín era diferente. 

Con Martín era... 

— Cállate—Villa golpeó sus hombros en un intento de molestarlo, a lo que el menor solo rió.