• 01 •

7.7K 421 253
                                    

No tenía ni la más mínima idea de como habían terminado de esa forma. Hace unas horas estaban discutiendo y bebiendo como era costumbre, pero de repente un cambio se presentó en Dazai.

Sus mejillas se tornaron rojas, no paraba de temblar y un dulce olor se desprendía de su cuerpo. Fyodor no podía asimilar lo que estaba pasando y tratando de sonar lo más calmado posible le pregunto.

-¿Es tu primer celo?- sus hermosos orbes no paraban de observar a el castaño.

- S-si - respondió e intento ponerse de pie.

Su olor era cada vez más fuerte llenando cada rincón de la habitación -Dazai~ te recuerdo que no puedes salir a la calle en esa condición-

No podía negar que deseaba tomarlo en ese instante, escucharlo gemir su nombre, rogar por más y marcarlo. Su alfa estaba impaciente, sus deseos eran cada vez más fuertes ¿Qué le estaba pasando? Nunca había sentido tal atracción por un omega y menos por su rival.

Levantó su cabeza, asumiendo la misma posición y expresión desinteresada de siempre -¿Sabes que? Mejor vete- intentaba mantener el control de su voz.

- Fyodor~ - el silencio reino por unos minutos - Quiero ser tu omega - al fin hablo.

Fyodor se sorprendió, nunca se imagino a Dazai pidiéndole ser su omega. Un poco de calor subió a sus mejillas generalmente pálidas mientras intento responder de una manera calmada sin que se notará la desesperación en su voz -No veo como eso me beneficiará- respondió, sin dejar de observarlo.

-Los demás omegas no se acercarán a ti- respondió Dazai, poniendo ambas manos en su estómago, estaba apunto de perder la cordura -Por favor!! N-no quiero a otro alfa-

-Tanto me deseas- dijo con un tono burlón -Que halagador~ -

Dazai no podía soportar el calor que se estaba acumulando en su cuerpo, sus mejillas estaban más rojas y las gotas de sudor se empezaban a deslizar por su cuerpo.

-Sí- respondió, acercándose lentamente a Fyodor -Pienso en tus dedos sobre mí, volviéndome loco, besándome hasta dejarme sin aire~ - Hizo una pausa para respirar, pero sin dejar de observar a Fyodor.

- Es así~ - se había sorprendido por la respuesta, pero no lo demostró. Miro directamente al castaño. En los ojos de él se podía ver claramente el deseo y la lujuria. Realmente deseaba poner sus manos sobre Dazai ¿No sería hermoso? -Quítate la ropa- ordeno con voz suave pero autoritaria.

Con la poca fuerza que le quedaba se levantó y empezó a deshacerse de la ropa que cubría su cuerpo, hasta quedar completamente desnudo.

-Te ves tan bien cuando estás desesperado por mi toque, Dazai~ - estaba emocionado por la vista que le brindaba su omega y sin hacerlo esperar deslizo sus dedos por los muslos de él, rozando su entrada.

-Ahh~ - un gemido se escapo de sus labios al sentir como Fyodor deslizaba cuidadosamente un dedo en su entrada. El placer que sentía era demasiado, pero no suficiente, ni siquiera cuando Fyodor agrego otro dedo, preparándolo poco a poco -Más- susurro casi sin aliento y un tercer dedo fue empujado en su interior.

- Ten paciencia, Dazai~ -

La cordura de Dazai había desaparecido -Por favor- murmuro -Tómame ahora-

Un escalofrió recorrió su cuerpo cuando los dedos de Fyodor salieron de su interior. Lo necesitaba, necesita ese toque embriagador de Fyodor.

-Levántate- ordeno y Dazai obedeció, siguiéndolo y temblando con cada paso.

-Buen chico- Fyodor estaba tarareando mientras Dazai caminaba hacia él, estiró su mano en busca del contacto de su amado -Ven con tú maestro, Dazai-

Se puso rígido cuando Fyodor, lo tomó por la cintura, girándolo para mirar en la otra dirección antes de guiarlo lentamente sobre su regazo. Dazai suspiró al sentir el cálido aliento de Fyodor en su espalda. Su corazón se aceleró cuando escucho como Fyodor se desabrochaba el cinturón.

-No me hagas espe...- no termino de hablar cuando lo tomó por la cintura y empujo sobre su miembro, arrancándole un fuerte gemido, aumentando el placer con cada embestida.

Se sentía tan completo, cada embestida era placentera, comenzó a mover sus caderas. La cantidad de jadeos y gemidos que se escapaban de sus labios eran incontables, su cuerpo que cada vez se acercaba más y más al clímax, aumentando el ritmo de sus movimientos.

Fyodor continuaba con las embestidas, cada una más fuerte que la otra, le encantaba el interior de su omega, y esos gemidos que lo excitaban aún más. Ambos estaba apunto de llegar a su clímax.

-Mgh~ - mordió su labio al sentir la mano de Fyodor envuelta con fuerza alrededor de la base de su miembro, impidiéndole llegar a su clímax -¡Por favor! Estoy tan cerca- suplico con una voz apenas reconocible.

-Ruégale a tu dueño - ordeno.

-¡Por favor! ¡Por favor, déjame ir! Fyodor! Te necesito tanto, te necesito- su voz se empezaba a quebrar.

-Ese es mi Omega~ - elogio Fyodor, quien también se estaba quedando sin aliento.

Retiro su mano, pasando una rápida caricia sobre el adolorido miembro de Dazai, logrando llegar finalmente a su clímax.

Su cuerpo no paraba de temblar, arqueando su espalda ante el toque ardiente de Fyodor que aún seguía en su interior.

-Ahhh!!- después de unas embestidas pudo sentir como su interior era llenado y como aquel líquido se deslizaba por sus piernas.

- Ahora me perteneces- susurro mientras se acercaba a el lugar donde dejaría la marca que los uniría para siempre.

Después de morderlo, Fyodor espero unos minutos y luego delicadamente tomó a Dazai en sus brazos, para llevarlo a su habitación y con mucho cuidado dejarlo en su cama.

- Me pregunto si será un niño o niña- hablo mientras colocaba una de sus manos en el abdomen de Dazai.

-Te estas adelantando mucho- respondió.

-Descansa, cariño~ - y sin decir más, Fyodor se acomodo acurrucando a Dazai en su pecho antes de caer en los brazos de Morfeo.

-Descansa, cariño~ - y sin decir más, Fyodor se acomodo acurrucando a Dazai en su pecho antes de caer en los brazos de Morfeo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola, espero que todos estén muy bien. Como siempre quiero agradecer a las personas que se toman su tiempo para leer y dejar sus comentarios. Disculpen los errores de ortografía.

DueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora