Cursen Revenge El Legado De Sangre

Capitulo 1

Konoha

En una habitación aislada en un ala separada del hospital de Konoha, dos ninjas Anbu montaban guardia frente a una puerta sellada. La habitación estaba reservada para tratar a los ninjas de otros pueblos que habían sido capturados. Unos pasos alertaron a los dos Anbu de guardia de que alguien se acercaba. Un compañero ninja de Konoha vestido con el uniforme ninja estándar entró en su línea de visión. Tenía cabello plateado y la mitad inferior de su rostro estaba cubierta por una máscara, así como su protector de frente sobre su ojo izquierdo.

"Kakashi-sama". Ambos Anbu dijeron mientras se hacían a un lado, liberando el sello de la puerta.

Kakashi entró solo en la habitación y cerró la puerta detrás de él. La habitación no era de ninguna manera espaciosa. Todo lo que tenía era una cama individual y una sola bombilla que colgaba del techo era la única fuente de luz, no había ventanas.

Acostado en la cama, mirando la bombilla, estaba un joven ninja de Konoha. Estaba vestido todo de blanco, señal de que era un paciente. Con las manos sobre su cabello puntiagudo, se sentó para mirar al hombre que acababa de entrar en la habitación.

"Las cosas no se ven bien, Sasuke". admitió Kakashi.

El Uchiha se quedó mirándolo sin responder.

"Naruto está en coma y no parece que vaya a despertar pronto". Kakashi continuó.

"Ese idiota, si solo se quedara en el pueblo". Sasuke murmuró.

"Ambos sabemos que no habría habido una fuerza lo suficientemente grande en Konoha para evitar que te persiguiera. Su cuerpo no se está curando tan rápido como debería". explicó Kakashi.

Un silencio embriagador se desarrolló entre el estudiante y el maestro, ninguno de los dos quería admitir la culpa por los eventos que ocurrieron recientemente. Con su mano izquierda temblando, el joven Uchiha cerró su mano en un puño. Apretó tan fuerte que comenzó a sacar sangre de su palma.

Después de su breve charla, Kakashi salió de la habitación y comenzó a caminar hacia el ala principal del hospital. Dirigiéndose a la unidad de cuidados intensivos, encontró la puerta que estaba buscando. Una mirada culpable emanó de su único ojo visible. Alcanzando ansiosamente la manija de la puerta, finalmente entró en la habitación. Esta habitación era mucho más grande y se parecía a una habitación de hospital.

"¿Sakura?" Él dijo. Esperaba ver a cierta genin de cabello rosa cuidando a la paciente, pero ella no estaba allí.

Yaciendo inconsciente en la cama debajo de un montón de mantas estaba un chico rubio de pelo puntiagudo. Su rostro tenía varios vendajes. Mirando a Kakashi solo podía imaginar cuán útiles eran sus heridas. Lentamente se acercó a la cama, una sensación de ardor recorría su cuerpo. Agarrando el lado izquierdo de su cuello con dolor, se detuvo. Una nube de humo se materializó y Kakashi desapareció y apareció Sasuke. El Uchiha encontró una sustancia negra que comenzaba a extenderse por su cuerpo. Sintiéndose envuelto por la ira, se alejó del chico rubio. Tratando de recuperar el control, sintió que un poderoso golpe se conectaba con su estómago.

Cayendo de rodillas, Sasuke comenzó a toser sangre, mientras escupía el líquido carmesí en el que residía la ira y la marca negra. Mirando hacia arriba desde su posición en el suelo, no podía creerlo. Su amigo, que se suponía que estaba en coma, estaba despierto y de pie junto a él. Pero algo estaba mal.

Naruto estaba vestido con la misma ropa blanca de hospital que Sasuke, pero el Uchiha pudo ver que algo andaba mal. Los ojos una vez azules de Naruto ahora eran rojos con una sola ranura negra como iris.

"Pude sentir el odio en tu corazón". Naruto ladró.

"El hecho de que todavía estés vivo después de nuestra batalla no significa que puedas sermonearme sobre cualquier cosa". Sasuke replicó.