Capítulo 5

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Ha pasado una semana desde el incidente en la cocina, luego de eso nos fuimos a dormir y al despertar ya él no estaba en casa, se fue dejando una nota en la que pedía perdón por tener que irse sin avisar pero tenía un problema familiar que requería su atención, debo decir que me levanté extremadamente tarde pero bueno, al menos estamos seguros de que el vaso de leche fue efectivo.
Entonces como iba diciendo, desde ese día no lo hemos vuelto a ver, ni siquiera en la escuela. Abby estuvo como loca llamando a sus padres a ver si alguno sabía que pasaba pero ellos ni siquiera sabían que Kristel estaba aquí en la misma Universidad.

¿Raro eh?
Justo cuando nos empezábamos a encariñar...
O sea no, da igual.
Si vuelve a desaparecer como hace 13 años pues muy bien.
Your problem
No nos podemos estresar.

No sé cuánto tiempo estuve sumida en mis pensamientos, solo sé que sentí como decían mi nombre.

-Señorita Still me está escuchando?- pues sí señoras y señores, estaba en medio de una interesante clase de matemáticas.

-Eh sí?- dudé

- Oh perfecto, podría entonces acercarse al pizarrón y resolver este ejercicio para sus compañeros?- vieja gorda de mier...-Vamos que no tenemos todo el día.- da

Me levanté con pesar, tomé la tiza que me tendía y cuando levanté a vista me quedé helada.
La pizarra estaba llena de números y figuras, no entendía nada.

-Eh, exactamente cuál es el ejercicio que quiere que responda?- se escucharon varias risas bajas.

- Eso es un solo ejercicio querida- me miró con aires de superioridad- Pero por lo visto no me estaba atendiendo. No se preocupe, nos vemos cuando terminen las clases en el área de detención, ahí el director se asegurará de darle un buen castigo para que comience a atender mis clases más a menudo-

No puede ser, el día que mas quería irme a dormir.
Rayos!

Volví a mi asiento pero con la cabeza en alto, mirando mal a todos aquellos que hacían el amago d reírse.
Vamos sin perder el estilo.

Lo que quedó de la hora me la pasé intentando aprender algo al menos. Ya luego salí a comer algo y regresé al área de detención donde se encontraba el director...

  - Así que la señorita estaba pensando en las musarañas en medio de clase? Algo que decir?- me mira retadoramente desde su cómoda silla giratoria.
Me mantengo en silencio y niego con la cabeza.
Continúa...

- Bueno mejor, su profesora de matemáticas cree necesario que se le otorgue un castigo por tal acción  así que Señorita Still se tendrá que quedar hasta que los chicos del baloncesto terminen su práctica para organizar los balones, limpiar la cancha y asistir al entrenador en lo que le pida.- finalizó con cansancio.

Me retiré al área de baloncesto, que asco
¿ya dije que odio el deporte?

Me quedo ahí sentada con mis audífonos hasta que se termina la práctica, gracias al cielo al entrenador no se le ocurrió mandarme a hacer nada más. Al menos alguien con compasión.
Cuando no quedó ningún chico revoltoso en la cancha comencé mi tarea.

Ya casi terminaba, estaba organizando balones, divertido no?
Tomo una de las pesadas pelotas y esta resbala de mis manos.
Estoy tan cansada.
Sigo el recorrido de la bola escurridiza hasta ver cómo esta es detenida por una pierna. Levanto mi vista y no puedo creer lo que veo...

- Hola lindura, ¿me extrañabas?- me miró con una sonrisa.

-Ya quisieras- sí, estaba molesta.

-¿Te encuentras bien nena?- se acercó para examinar mi rostro.

- Estoy perfecta Kristel, puedes seguir con tu camino-

- Vamos pensé que ya habíamos pasado esa fase. No me vas a contar que te sucede?-

- Se puede saber dónde estuviste toda esta semana? No puedes llegar a revolucionar nuestras vidas así cómo así para luego volver a desaparecer! Nos preocupamos muchísimo. Es que todavía no se ni por qué me importa!- había ternura en su mirada.

Ternura! Yo tenía ganas d asesinarlo por el susto que nos hizo pasar y el me miraba con TERNURA.

- Nena lo siento muchísimo, no quise preocuparte. Por eso mismo no quise decirte nada antes de irme-

- Y crees que no dar señales de vida en todo ese tiempo va a hacer que me sienta bien?- bajó la cabeza en señal de rendición- Al menos merecemos saber que sucedió- nos sentamos en las gradas y comenzó a explicar.

- Bueno, mi madre llamó llorando esa madrugada, no entendí mucho pero imaginé que había problemas por lo que tomé el primer avión que salía a Italia. Cuando llegué me encontré a mis padres en medio de un divorcio, mamá estaba desvastada, dice que encontró a papá revolcándose con una colegiala en su trabajo... Que vergüenza.- dijo con la mirada cargada de tristeza y pesar

- Oye, no te avergüences. Estas situaciones son muy comunes en las familias de hoy en día, no vas a ser ni el primero ni el último en tener un problema como este.- apreté su mano como forma de consuelo- Ahora debes concentrarte en apoyar a tu madre e intentar hablar con tu padre, quizás hay una explicación detrás de todo eso.- me miró con nostalgia y m regaló una de esas sonrisas que vienen cargadas de cariño.

- Siempre sabes que decir, desde chica has tenido ese don y es una de las cosas que más amo de tí- acarició mi rostro y yo cerré los ojos ante su tacto.- Cada minuto que paso contigo me arrepiento de haberme marchado, no debí dejar que el miedo se apoderara de mí- abro los ojos volviendo a la realidad.

- A qué te refieres?- intento sacarle más información pero no consigo nada.

- Ya hablaremos de eso pequeña, ahora solo abrázame, necesito saber que estás aquí en serio-

Sin dejarme responder me atrae hacia él en un cálido abrazo, me dejo llevar, me pierdo en ese perfume que me trae tantísimos recuerdos y susurro...

-Por un momento pensé que no te volvería a ver, cómo la última vez que te fuiste- su abrazo se intensifica.

- Perdóname, te prometo que nunca jamás me voy a ir. Siempre que me lo permitas voy a estar cerca tuyo Alexa-

Estuvimos hablando otro poco luego de ese raro momento. Me ayudó a limpiar lo que faltaba para luego invitarme a un helado que no pude rechazar.
Estábamos sentados en una banca en medio de un parque lleno de niños.
Debo decir q detesto a los niños, esas risitas repugnantes, no son capaces de quedarse quietos, se ensucian de nada, no hacen caso... Es desesperante.
Pero en este caso mi mente no estaba ahí, estaba sumergida en millones de recuerdos con la persona que se encontraba a mi lado que misteriosamente se había mantenido en silencio durante un tiempo y había tomado una pose pensativa.

- Qué piensas?- indagué

- ¿Recuerdas tu cumpleaños número 11?- enseguida sonreí

- Donde estuviste semanas torturándome con mi regalo de cumpleaños? Decías que era una sorpresa y no parabas de darme pistas falsas- ambos reímos.- Resultó ser un lindo oso de peluche, ¿cómo olvidarlo? Casi me derrito cuando lo vi.-

- Sabía que te iba a gustar, eras muy cliché, con un oso de peluche, unos chocolates o incluso un ramo de flores habría sido lo mismo-

- Cliché yo? Pero que dices?-

- Puede que ahora quieras hacerte la fuertona pero conmigo eso no te funciona pequeña- pellizcó una de mis mejillas y le di un manotazo para que se apartara.

- Atrevido, no sé ni cómo me pude llegar a enamorar de tí en aquel entonces- le solté medio en broma.

- Fácil, cómo mismo puedo hacer que vuelvas a enamorarte d mí ahora.

¡Fucking Love!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora