Tardanza-Capitulo 4

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Como si fuese intensional,el cielo comenzo a pintarse de un gris melancolico y frio que solo inculcaba aun mas preocupacion en el niño.

Mientras acortabas distancia del poblado podrias notar como el humo que emanaban las casas en llamas se fusionaba con esas grisaceas nubes que aparentaban una muy innecesaria lluvia.

Si pudieses cruzarte al niño de lado,podrias notar una clara expresion de preocupacion,terror y vacio, seguido de una manera de correr desesperada.

-Ojala esto sea solo un incendio o accidente...Ojala mamá este bien...
-Repetia en voz baja el pequeño de una manera repetitiva y un tanto inocente.

Para desgracia del niño,los gritos de desesperacion y desamparo de los ciudadanos siendo masacrados y pidiendo ayuda indicaba absolutamente lo contrario.

Todo el escenario que se planteaba ante el menor solo lo dejo en blanco y lo dejo deducir una sola posibilidad.

-¿¡Unos bandidos estan saqueando nuestro pueblo!?¿¡Que tenemos como para que nos hagan esto!?¿¡Que hemos hecho!?-Pensaba el niño para luego ser interrumpido por unas risas que lo dejaron desconcertado. Las risas se trataban de una de las tropas del Reino Senkotsu, el reino del cual su pueblo era vecino.

-¡Ayuda!-Dijo un tanto feliz con un brillo en sus ojos que expresaban alivio reteniendo unas lagrimas- ¡Señor!¡Por aqui!¡Ayudeme a buscar a mi mamá por favor!

El hombre miro al niño con una ceja levantada y lo observo un tanto incredulo para luego dar una sonrisa que ocultaba malas intenciones.

Este se encontraba rematando a otro de los ciudadanos del lugar. Por suerte para el, Lenoa no noto lo que el hombre se encontraba haciendo ,ya que los llantos de la victima solo  se mezclaba entre las explosiones, derrumbes y  sollozos del lugar.

El soldado se acerco al pelimarron dandole un reojo de pies a cabeza.

-Dime pequeño ¿Estas bien? Espera...¿Acaso tu no eres ese famoso:"Lenoa"? -Dijo en un fingido tono de preocupacion.

-¿S-si?-Pronuncio el niño en un tono de voz baja y preocupada-¿Como sabes quien soy?

El hombre se acerco hasta el despeinado niño y se agacho apoyando una de sus rodillas en el suelo hasta quedar a su misma altura.

-Te hemos estado buscando. Si que nos has dado problemas estos ultimos tiempos-Dijo seguido de unas caricias en la cabeza del niño- ¡Jefe!¡Aqui esta! -Gritó avisando a su superior.

Luego de eso un hombre alto de aspecto siniestro se aproxima entre las tantas nubes de cenizas que abrazaban todo el lugar.

-¡Oh,oh,oh!-río-¿Asi que porfin encontramos al pequeño bastardo eh?-Pronuncio con un poco de desprecio y ironia.

Las palabras y tono del militar dejaron un tanto confundido a Lenoa pero era la oportunidad perfecta de ayudar a su madre. O eso creia el.

-¿Podrian ayudarme? No se donde esta mamá y no quiero que le suceda nada.-Lloriqueaba el pequeño.

-Tu quedate tranquilo¿Si? Nosotros estamos aqui para ayudarte,el hombre que acaba de llegar es el General Hugo,el es muy fuerte y podra ayudarte¿Esta bien? Solo dile donde esta mamá y nosotros nos encargaremos.

Lenoa dio media vuelta para dirigir la mirada al General. Este llevaba puesto una vistosa armadura la cual tenia impresa el simbolo del Reino Senkotsu, pero lo que mas llamaba la atencion del niño era la enorme y incomodante hacha que este blandia.

-N-no se exactamente donde se encuentra mamá pero...-El menor dejo la frase en el aire, ya que una hermosa sensacion de alivio recorrio su cuerpo al ver a su madre derrepente acercarse por detras del soldado que acompañaba al General.

KetsuenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora