Hyunjin es un hombre de 31 años a punto de casarse con una chica que encaja con la descripción de perfección. Todo marcha de acuerdo al plan hasta que su futura esposa decide escarbar en el pasado del pelinegro encontrando allí a Felix.
-Es algo que no puedo resolver en un día- jalo su cabello hacia atrás con rabia- ¿No crees que es demasiada responsabilidad?
-Pero es el tiempo que puedo darte- dice resignada y sale de la habitación.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Estoy empezando a pensar que venir aquí no fue una buena idea. — Comento el rubio mientras juega con algunas piedras decorativas de un florero mientras Jisung chatea feliz de la vida sonriéndole al teléfono— Bueno, al menos este viaje sirvió para que pudieras reunirte con Minho.
—Te dije que no era bueno venir, con Minho podíamos vernos la próxima vez que viajara a Australia, sabes que no es un problema para nosotros— deja el teléfono en la mesa y se acerca al menor— Aun no me has contado que hablaste con él.
—No mucho... el pasado se vino hacer presente, es todo. — Dice recordando la conversación en la playa— Quiero que llegue pronto el día de la boda he irnos, la idea de arruinarlo todo con mi presencia ya no es entretenida, no cuando mi cabeza es un lio y tampoco es justo para el después de todo.
—Lo dejaste ir en ese entonces porque lo amabas demasiado, lo estas dejando ir ahora por el mismo motivo, en mi humilde opinión, Lixxie — pone una mano en el hombro de su mejor amigo— No hay amor más digno de ser vivido que el de ustedes.
—Nuestro amor quedo enterrado en el pasado, el Hyunjin y Felix que se amaban locamente se quedaron viviendo allí, en el pasado— suspiro con angustia— Ahora somos personas muy distintas.
Entonces la puerta de la cabaña fue tocada, Jisung se levantó a ver quién era encontrándose con el hombre que rodeaba la mente de Felix. Hyunjin no dijo ni una palabra, su rostro angustiado era más que suficiente para que el castaño le dejara pasar.
—Yo... saldré un momento, supongo que aun tienes cosas de las que hablar— fue lo último que dijo para luego tomar su chaqueta y dejarlos allí.
—Tu futura esposa ¿Te soltó la correa un momento o vienes a echarme de la isla?— el rubio escupió las palabras con rabia.
—Ven conmigo, Felix... por favor.
— ¿Donde? — Preguntó pero el pelinegro solo tomo su mano saliendo de la cabaña y dejando ver su auto estacionado— ¿Escapas de algo?— volvió a preguntar.
—Voy a mostrarte algo. — respondió convencido, tanto como cuando le daba sorpresas en sus aniversarios o cumpleaños.
Algo en Felix no pudo detenerse, algo le hizo seguirlo sin cuestionar nada. No hablaron en todo el camino, Hyunjin iba concentrado manejando a través de curvas pronunciadas y Felix admirando el paisaje, siempre le había gustado la paz que le daba el mar y lo fiero que podía volverse en ocasiones, por alguna razón le recordaba a la personalidad de Hyunjin, tranquilo y sereno la mayor parte del tiempo, pero enérgico y caótico en ocasiones, además de dramático.
