Hyunjin es un hombre de 31 años a punto de casarse con una chica que encaja con la descripción de perfección. Todo marcha de acuerdo al plan hasta que su futura esposa decide escarbar en el pasado del pelinegro encontrando allí a Felix.
La pequeña mujer le deja ir, mirándolo desaparecer por la puerta de la casona que tanto les costó conseguir para tanto invitado, con el presentimiento de que Lee Felix cerca de Hyunjin no es nada bueno, más aun cuando es su futura nuera quien forzó este encuentro.
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La última vez que estuvo en Jeju data de casi ocho años atrás, el último viaje antes de la graduación de la universidad, donde había decidido junto a Hyunjin escapar a otro país y vivir como mejor les pareciera; quizá ese sueño solo lo estaba viviendo él y el en ese entonces rubio estaba en su etapa experimental en donde quieres probar de todo pero no quieres perder nada en el camino, de verdad pensaba que el más alto le amaba o al menos le tenía consideración después de tanto tiempo de relación.
Se sentó largo tiempo en unas sillas habilitadas en la playa en donde podía ver hacia el mar, el atardecer con sus tonos naranjos era su parte favorita no importaba el lugar del mundo en donde lo viera, de pronto sintió otro cuerpo a su lado, también mirando al mar y allí pudo ver a un lindo pelinegro que quedo frente a él, esos ojos cafés profundos, mandíbula marcada y piel perfecta estaba allí nuevamente.
—Creo que no te di la bienvenida como correspondía— dijo casi en un susurro— Mentiría si dijera que no estaba nervioso, temía que ella pudiera leer todo lo que paso con nosotros en el pasado con solo mirarme— expresó dejando salir las palabras como un suspiro que tienes atrapado.
—No debes preocuparte demasiado por eso— le sonrió ligeramente— Supongo que tengo el recibimiento que merezco, sin tanta importancia después de todo— se encogió de hombros dejando a su vez una línea en su boca al apretar los labios — No es como si yo hubiera sido un gran hito en tu historia después de todo— quiso llorar al soltar esas palabras —Si ella te conoce de tal manera que puede leer lo que te pasa con solo mirarte entonces es la indicada amigo mío.
— ¿No fue importante?— Hyunjin frunce el entrecejo y toma valor para mirarlo a los ojos, aquellos ojos que parecen estar llenos de estrellas que bajan y adornan su hermoso rostro pecoso — ¿Piensas eso? ¿Qué para mí lo nuestro no fue importante?— Felix asiente— ¿Porque?
—Porque si tienes algo especial con alguien no llegas y lo abandonas— respondió dolido— Si tan solo hubiera habido un poco de preocupación de tu parte hacia mí, al menos me hubieras dicho que no podías quererme porque tu madre jamás lo permitiría, yo te hubiera dejado ir— también soltó todo el aire que tenía haciendo presión en su pecho y continuo— Yo te quería demasiado, jamás te hubiera amarrado a mi lado, menos si no podías quererme, Hyunjin.
—Lix, yo...— trato de empezar a dar explicaciones pero el rubio prefirió negar con la cabeza e interrumpirlo— Felix...
—Ya no importa, Hyunjin. —Le sonrió entonces — En verdad me alegro que seas feliz ahora, ella parece una buena chica, alegre, supongo que con mucha energía dado que es muy joven.
