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24 horas antes

Miró mi reloj y veo la hora.

1 pm

Ya estoy abrumada, mi ansiedad por las nubes, solo escuchar aquel sonido del silencio me tranquiliza. Ese ruido de las aves chillar, el agua y la arena uniéndose.
Este lugar podría ser una buena idea o una mala.

Me recuesto en la cama, espaciosa y el olor a sábanas limpias invade mis narices.
Tendría que desempacar pero en lo único que pienso es en esos malditos mensajes de texto.

Miles

"No me llames más ni me mensajees más Leia. Ya sabes todo lo que pienso acerca de ese dia... "

"Cuando sepas quien realmente eres, búscame, Te amo pero si no te amas a ti misma primero. Quien lo hará?"

"Te deseo lo mejor"

Número Bloqueado.
Para desbloquear apretar aquí.

Resoplo fuerte y me refriego los ojos con mis manos. No quiero llorar, no me lo voy a permitir otra vez.

Yo me puse en esta puta situación, yo soy la culpable de arruinar todo.

Me levanto y me dirijo hacia el balcón descalza.
Lo blanco y reluciente de él me impacta en los ojos. La brisa me saluda en la cara, haciendo que mi cabello se despeine alocadamente. Respiro y exhalo dejando que el aire me entre en los pulmones.

Cabo, México. Paraíso por donde lo veas y espero que lugar de grandes cambios para mi y mí desconocido destino.

Entro nuevamente a la habitación y veo que hay un pequeño refrigerador. Voy hacia el y lo abro.
Hay pequeñas botellas de agua, gaseosas y...

Bum lotería

Tequila

La agarro y la abro. Y como si fuera un pequeño shot la digiero en segundos. Puedo sentir el liquido ardiente pero frío deslizándose en mi garganta mientras trago con disgusto pero satisfacción.

Si estoy así a esta hora del día, no me quiero imaginar como terminaré al final de este...


Esa misma noche

El espejo está borroso, es más lo veo doble, casi triple.
Mi vestido blanco se siente ajustado, lo acomodo y lo bajo un poco arriba de mis rodillas. Mi pelo ondulado se ve cálido a la luz de la noche y mi apenas retoque de rimel se ve casi difuminado.
Mi mente trata de hacer las pases con mis pensamientos esta noche, reconciliarnos aunque sea solo por hoy, en mi solitaria estadía.

De solo pensar en Miles siento un vacío en el pecho.

No, dije que no haría esto. Que no haría más que pasarla bien esta noche.

"Leia, solo dejate llevar" Me digo a mi misma en la figura del espejo.

Me río y tiro una carcajada al aire. En casi pisotones me dirijo hacia afuera.

La noche está estrellada. El lobby se extendió hacia la playa y decoraron todo con mesas redondas y luces alrededor de ellas. Se podría decir que hay casi 50 personas de personal ; mujeres y hombres llevan esmoquin y moño. Con sus bandejas se mueven de aquí para allá, atendiendo a todas las personas posibles en el lugar.

Camino unos pasos y mis sandalias se llenan con algo de arena, tanto que la siento entre mis dedos.

Siento la mirada de la señora rubia de aquel lado. Esta sentada erguida, lleva un perro en la mano y antebrazo como si fuera su más preciado accesorio. Habla con otras dos señoras más e intercambian algunas palabras. La miro y me tira una mirada de disgusto, una mirada de arriba a abajo.
Miro hacia abajo confundida pero sigo caminando hacia la barra, chocando con esta.

"Miguel! Como estas?" Saludo con mi mejor sonrisa.

Miguel es el gran bartender de este lugar, logré conocerlo cuando llegué y me mostró muy calidamente todo el hotel aquí en Cabo.

"Princesa Leia, me esperaba que nos encontremos de nuevo. Que tal tu día?" Me saluda dándome la mano.

"Se puede decir que bastante bien"

Miento.

"Dígame, que desea tomar señorita" Me pregunta y me guiña un ojo, divertido.

Si tan solo no fuera que este hombre es tan alegre y amable, no se de donde sacaría fuerzas para socializar de esta manera. Además de los tragos que llevo encima, no creo que dure más tiempo estable.

"Bueno, por ahora solo un par de shots de Tequila"

Par? Mmm. No puedes parar de mentirte, no cierto?

"Enseguida" Exclama Miguel.

Al rato vuelve, no con 2 shots de Tequila sino 5.

CINCO.

"El resto, invita la casa" Dice y se va del otro lado de la barra, donde lo esperan más clientes.

Bueno, si quería cagarla más ya estoy en camino y voy primera en la maratón.

Tomo uno, dos y tres de los shots servidos por Miguel.

Luego de diez minutos, empiezo a sentir todo más lento, más despacio. Si antes veía casi triple ahora es todo de forma hexagonal.
Siento mis mejillas calientes, la boca me genera más saliva de lo normal, indicándome que necesito hidratarme de algo que no sea alcohol.

La banqueta donde estoy, se empieza a tambalear y me siento más suelta de lo normal. Escucho música a lo lejos y me bajo de donde estaba sentaba para dirigirme hacia ella.

Cuando escucho unas pisadas precisamente detras mío.

Miro a mi alrededor pero no hay nadie en las mesas y la barra ya está casi vacía. Todas las personas se fueron hacia donde esta la música, la playa.

Me doy la vuelta y observo una chica, esta apoyada sobre una columna mirando la luna, y el reflejo de esta fijándose en sus ojos oscuros y misteriosos. Tiene su pelo recogido, dejandole ver sus delicadas facciones.
Lleva un vestido de seda rojo y largo, pero abierto al final, dejando deslumbrar sus piernas bronceadas y largas.

Es hermosa.

Su cuerpo se gira y cruzamos miradas por unos segundos.

Aparto mis ojos y por el rabillo del ojo siento que se va acercando lentamente hacia mi. Me doy la vuelta de nuevo hacia la barra y me tomo rápidamente un shot de Tequila.

"Linda noche verdad?" Su voz invade mis oídos.

Si antes de llegar a México estaba confundida, creo que ahora más...
























Afterglow: girl + girlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora