Las mil lágrimas-

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No conocían el intermedio, siempre era o todo o nada.

Mis padres decidieron cambiarme de escuela después de varios años siendo algo problemática, pensando en que a lo mejor si cambiaba de aires, todo sería mejor.

Pista: todo fué peor, pero, no dejé que mis padres lo supieran, por lo tanto, creo que ellos siguen pensando que todo estaba bien allí.

Cada día me levantaba muy temprano, ya que era una escuela privada, y comenzaba bastante pronto.

El primer día, me levanté extraña, me daba miedo entrar en una escuela nueva, en la cual no sabia a quien me iba a encontrar, y que sabía que era más exigente de la cual yo venía.

Mis notas bajaron muchísimo, (en quinto,que fué cuando entré en ese nuevo colegio) los niños, se reían de que era la que peores notas acaba. Lo cierto es que no tenía amigos, porque allí, ya estaban todos los "grupos" creados, y no me integré nada bien en la clase. Había días, que simplemente no sabían que estaba y otros, que nadie me sacaba el ojo de encima, ya fuese para burlarse, para pegarme, para comentar algo de mi aspecto o cualquier otra cosa criticable que hubiesen encontrado.

Yo en clase me sentía mal, no me gustaba estar allí, y me desconcentraba muchísimo. Un día no aguanté más, estaba llorando, sola, me sentía inútil, y lo hice. Había estado pensando en hacerlo más de una vez, pero esa vez lo hice realidad. Dolía, me ardía la muñeca, pero yo seguía. Y cuanto más dolor sentía más calmada estaba.

Me sentía bien, sabiendo que si seguía podría desaparecer, que todo el caos se esfumara, y eso me animaba a seguir.

Nunca me atreví a contarle nada a nadie de lo sucedido, y no creo que nunca vaya a hacerlo, o al menos no es esa mi intención ahora.

Al menos, ahora mismo tengo a una persona a mi lado a la que quiero un montón, y que cada vez que me habla, que me escribe, me hace sentir tan bien, que se me esfuma cualquier pensamiento malo, todo se convierte en una suave y calentita nube. No quiero que eso cambie nunca. Quiero seguir así toda una vida.