CAPÍTULO # 14

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Taehyung lo vio bailar, vio cada movimiento, estaba encantado, se quedó estático cuando Jungkook empezó a moverse en el escenario, como si no existiera nadie más, cada movimiento decía algo cada vuelta decía algo, su baile era hermoso pero triste y solitario, estaba lleno de vida y era perfecto, pero era misterioso demasiado atrayente, se sintió tan conectado, cuando terminó de bailar todos se pusieron de pie, Jungkook era especial, era increíble.

Su rostro era hermoso y delicado parecía un ángel hermoso, era un niño, uno muy hermoso y era su esposo, la necesidad de acariciarlo hizo que levantara los mechones que caían en la frente del pelinegro, Jungkook era tierno al dormir tenía un rostro cálido.

- ¿En qué tanto piensas Tae, no puedes dormir?

- No tengo sueño... pensé que dormías...

- Yo tampoco puedo dormir... ¿puedes abrazarme?

Lo abrazó por la cintura, mientras Jungkook puso sus brazos al cuello de Taehyung, quien al ver tan cerca los labios de Jungkook, no dudó en basarlo y como si Jungkook estaría esperando el beso, le devolvió con mucha ternura acariciando la nuca de Taehyung... pero Taehyung no estaba satisfecho con solo un beso quería más, toca la cintura de Jungkook mientras iba subiendo el pijama, Jungkook estaba un poco tenso por ese movimiento.

Pero levantó los brazos para que Tae le quitara el pijama, Jungkook quiso hacer lo mismo con el pijama de Tae... quien sonrió y se lo quitó él mismo, Jungkook soltó un gemido cuando sintió la boca de Tae en su cuello... le gustaba demasiado las manos de Tae en su cuerpo... Taehyung se subió sobre él y fue bajando sus besos mientras Jungkook estaba rojo de vergüenza de que Tae lo viera desnudo.

Pero le gustaba tanto que Tae toque su cuerpo de esa manera, era excitante, desconocidos sentimientos, sensaciones jamás sentidas, pero estaba tan a gusto con Tae sobre él.

Taehyung con sus manos bastante experimentadas no estaba pensando por todo lo que Jungkook provocaba en todo su ser, bajó el pantalón de su pijama junto a su bóxer entonces si se tensó y Tae lo notó.

- Lo siento bebé... paremos. —se alejó un poco para verlo a los ojos.

- ¿Está mal si no quiero que pares? —Taehyung soltó una risita.

- ¿Estás seguro, bebé? —moría por hacerlo suyo, pero no lo forzaría.

- Si... si quiero esto. ¿Tú... no? —preguntó con miedo.

- Lo deseo muchísimo pero solo si tú también lo quieres, no quiero que te arrepientas.

- No lo haré...

Eso era todo lo que Taehyung necesitaba para continuar, los besos eran aún más deseosos, más intensos como queriendo comer toda esa piel para tenerlo solo para él, era el cuerpo más hermoso y perfecto, no existía nadie más, ni Jimin, ni el matrimonio, ni nada, solo ellos dos entregándose a ese amor, a ese deseo, a esa pasión que era cada vez más.

No había lugar que las manos de Taehyung no tocaran de ese virgen cuerpo que tenía bajo suyo, cada gemido cada gesto cada movimiento del cuerpo de Jungkook era solo para él.

- Eres mío Jungkook, me encantas... eres solo mío desde hoy para siempre. ¿si?

- Si... tuyo... y tú eres mío muy mío.

- Si, todo tuyo amor... solo tuyo.

Lo besó mientras metía un dedo en la entrada apretada de Jungkook quien al sentir eso se tensó, pero se fue relajando de a poco, Tae sabia como hacerlo y al parecer lo estaba haciendo muy bien por los gemidos de Jungkook, sintió la cálida y mojada boca de Taehyung rodeando su miembro, quería gritar de todo el placer que eso le causaba, pero Taehyung no iba a dejar que se viniera, no antes de estar tan dentro suyo como fuera posible, sin condón, estaba siendo tal vez un hijo de puta, pero con Jungkook no quería usarlo.

Estaba sano y Jungkook también, vio su laboratorio de la universidad.

Sacó el lubricante de su mesa de noche, esperaba no lastimarlo tanto, además en esa casa no tenía condones porque nunca pensó que ellos harían el amor.

Taehyung se quitó el bóxer dejando a la vista su miembro y Jungkook al ver lo grande que era Taehyung, tragó duro, miró a los ojos a Taehyung, quien le sonrió y lo besó en la frente.

- confía en mí. —Jungkook solo asintió.

Los dedos fueron sustituidos por el miembro de Tae, cuando alineo su miembro en la entrada de Jungkook, éste cerró los ojos.

- Bebé, mírame... no dejes de mirarme... solo a mí. —Jungkook solo volvió a asentir.

Taehyung no quería perderse ni un solo gesto de Jungkook, ni un solo gemido quería grabarse cada segundo con él.

Cuando Taehyung empezó a entrar, Jungkook sintió un gran dolor quería empujar a Tae, pero no lo hizo, solo se aferró con mucha fuerza a su espalda, casi lastimándolo, gemía de dolor, pero era demasiado tarde.

Taehyung terminó de entrar, se quedó quieto viendo los ojos lagrimosos de Jungkook por el dolor, lo besó, besó sus ojos, sus labios y besó su cuello, Jungkook se estaba relajando, Taehyung acaricio el miembro de Jungkook quien gimió.

Taehyung no aguantó más y comenzó a moverse, cada vez más rápido y el rostro de Jungkook había cambiado, era un delirio verlo de esa manera, sus gemidos eran tan placenteros... Taehyung lo embestía más rápido, no dejaba de mirarlo y Jungkook casi gritaba de placer, Taehyung gemía ronco, su mente estaba nublada de tanto placer y no duraría mucho.

Taehyung escuchó como Jungkook no podía ni hablar, pero Tae supo leer en sus ojos, ya estaba a punto de venirse, golpeo una, dos, tres veces más el punto dulce de Jungkook y éste se vino, Tae un segundo después con un gemido ahogado, jamás había sentido un orgasmo de esa magnitud, dejó todo dentro de Jungkook después de unos minutos salió despacio mientras recuperaban sus respiraciones, Taehyung nunca había acabado tan rápido. 

Jungkook estaba tan cansado que se quedó dormido casi a los minutos, con una sonrisa la que hizo sonreír enternecido a Taehyung, quien lo observaba con tanta ternura.

Limpió a Jungkook y lo tapó con las sábanas mientras se acomodaba a su lado, era tan hermoso.

Definitivamente haría todo para que su relación funcionara, Jungkook lo valía, era hermoso y era suyo, sonrió enormemente al ver a Jungkook en su pecho dormido como un ángel, era su ángel. 

Más Que Ayer, Menos Que Mañana(TK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora