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Aunque no quisiera ir terminé en la entrada de su casa un escalofrío recorrió mi nuca al estar frente a la casa maldita miraba silenciosamente los alrededores y obligando a mi cuerpo a moverse

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Aunque no quisiera ir terminé en la entrada de su casa un escalofrío recorrió mi nuca al estar frente a la casa maldita miraba silenciosamente los alrededores y obligando a mi cuerpo a moverse.

- Vamos Alice no pasará nada - me lo digo a mi misma para quitarme este miedo del cuerpo, está casa fue una maldición para una familia tanto así que terminaron muertos la cosa era tan brutal que sus cuerpos eran irreconocibles días después la casa se prendió en fuego misteriosamente y desde ahí ni a una puta persona se le ha ocurrido vivir o construir una vida en esta casa todos menos estos chicos franceses que dejaran la casa impecable. Suspiró y me atrevo a cruzar la entrada que da hacia la puerta principal miro a mis alrededores y veo que la casa la dejaron como nueva. Las flores marchitas de antes ya no estaban, en cambio había Tulipanes de todos los colores, rosas, claveles, amapolas silvestres y demás. También estaba una nueva fuente de jardín con una mujer semidesnuda con un vestido trasparente que le hacía ver sus atributos aguantando un jarrón por su hombro y de este salía agua cristalina algo muy hermoso y un poco vulgar a la vez. Cuando por fin llegue a la puerta principal me quedé mirándola en el centro podía ver un pequeño dibujo de un esqueleto con una espada y una mujer abrazándolo por detrás me quedé ahí parada admirando el pequeño diseño.

- Es raro... -

Cuando iba a pasar mis dedos por el pequeño dibujo la puerta se abre repentinamente levantó la mirada y veo a Damián parado con el cabello mojado lo que me dice que acababa de tomar un baño tenía una camisa lagar con sus mangas enrollada hasta la mitad de su brazo y unos jeans de color negro que lo hacían ver condenadamente sexy al condenado.

- ¿Te vas a quedar todo el día ahí parada como una boba o vas a entrar? - dice haciéndose a un lado para que yo pueda entrar.

- Que mandón.

- Que lenta.

Lo fulmino con mi mirada y me da una sonrisa para luego seguir su camino hacia la sala principal que es muy grande, pero al recordar que en este lugar hubo un asesinato me llena de temor.

- Sígueme.

Me toma de la mano y me dirige hacia unas escaleras con una alfombra roja carmesí subimos y me lleva hacia el pasillo y tengo que tener valor para no salir corriendo de esta casa, ya que la idea me está pareciendo bastante atractiva después de pasar un total de veinte puertas, ya que la casa era bastante enorme nos tenemos en una en especial me imagino que esta es su habitación suelta mi mano y se da la vuelta para verme de arriba a abajo.

- ¿Tengo algo en la cara o que?

- Si, la fealdad de nacimiento mujer.

Ríe.

- Lo dice el sordo.

Río.

- Lo dicen dos pendejos.

Me doy la vuelta y me encuentro con uno de los hermanos de Damián él... ¿Rojo? Si así se va a llamar ahora el pelo de fueguito.

- No pensaba que la fueras a traerla a casa Damián eres perverso - se ríe

El Juego de la Cobra Blanca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora