3. grandes pero pequeños

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"Odio empezar en barras" Le reproché.

Era la segunda semana que entrenaba con él. Habíamos hecho su tonto ejercicio de recorrer el gimnasio en mi mente y después de eso me dijo que empezaba en barras, no entiendo si ama darme la contra o simplemente me odia.

"Y yo odiaba la menestra marrón de pequeño, mamá igual siempre me hacía comerla" Bromeó mientras esperaba que empiece mi rutina.

"¿Esa es la razón de porque tu cerebro funciona más lento que el de los demás o también te caíste de la cama de pequeño?" Le pregunté con una sonrisa.

"No entiendo como Lucia te aguantaba" Se sobó los ojos.

"Lu me escuchaba" Subí a la barra "Deberías intentarlo chico del bronze." Dije mientras pasé a la barra grande y me empecé a balancear.

"Entonces si me buscaste" Dijo con una sonrisa burlona.
"¿A qué te refieres?" Pregunté después de salir de la barra haciendo un doble mortal.
"Junta las piernas a tu pecho más en ese mortal" Recalcó antes de seguir hablando "Y, ya que conoces mi apodo supongo que te haz informado".

"Debí haberme dado cuenta que Matt estaba atrás mio" Balbuceé.
"No te preocupes, me pareció tierno" Sonrió.

"Todavía no me puedes llamar Lia" Le grité al ver sus intenciones. El solo se rió.
"Vuelve a hacer esa salida".

Raramente la estaba pasando bien, muy bien. Sebastian me hacia divertir de una forma en la que nunca lo había hecho. Desde el principio el chico me llamó la atención, se metió en mi cabeza sin ninguna razón. A veces me hacía explotar pero siempre demostraba ser una buena persona.

Sebastian me estaba llevando a casa. Su carro se había vuelto mi sala de karaoke y sabía que él lo amaba.

En este momento estaba cantando "What makes you beautiful" de One Direction.

"¿Lo que la hace bonita es que no sabe que lo es? ¿Eso dice la canción?" Preguntó frunciendo el ceño en un semáforo.
"Es una metáfora, se refiere a que lo que más hace bonita a una chica es su humildad" Le respondí.

"Bueno, no están mal de hecho" Dijo cuando el semáforo se puso en verde.
"¿Tu no tienes novia?" Le pregunté
"¿Te salió en google si tenía?" Habló con una sonrisa burlándose de nuevo.
"No vas a superar eso nunca ¿No?" El dijo que no con su cabeza. "No respondiste mi pregunta"
"No tengo novia" Dijo "Nunca me gustaron las chicas de mi edad, supongo que son muy poco humildes" Sonrió y ambos reímos un poco.

No pasó mucho tiempo hasta que llegamos a mi casa.

"De verdad entra" Le insistí. Sebastian había querido ir al baño desde hace un rato.
"No, ¿Qué pasa si llega tu papá y me ve?"
"Papá llega a las ocho, tienes como una hora" volví a decirle.

Por fin accedió y al entrar lo primero que hice fue indicarle dónde estaba el baño y él fue corriendo.

SEBASTIAN:

Este es el mejor sentimiento del mundo. Salí del baño más relajado y busqué a Galia con la mirada, no la ví así que empecé a recorrer su casa.

Desde la otra vez que vine me pareció muy bonita, pero esta vez está más ordenada. Empecé a subir las escaleras ya que seguía sin verla.

Pasé por el pasadizo, habían dos puertas cerradas y al final una entreabierta, supuse que esa era su habitación.

Abrí la puerta y ví como se quitaba el polo que llevaba dejándola solo en top deportivo.

COACH ~ Sebastian Stan ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora