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Cuando mis labios chocaron con los suyos, rapido sentí esa temperatura fría sobre la mía tal como si me quemara

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Cuando mis labios chocaron con los suyos, rapido sentí esa temperatura fría sobre la mía tal como si me quemara. No habiay mas opción, tendría que ayudar a Edward a llegar al orgasmo y que me muerda antes de liberarse de ese placer.

Con fuerza le obligue abrir su boca con mi lengua agarrando la suya en el proceso como un lobo salvaje que soy. Usualmente, me tendría que repugnar la idea de besarlo, a un vampiro, a un hombre, pero no hay tiempo para pensar en ello. Mi futuro en la manada y la vida de Bella estaban en riesgo, era necesario que me mordiera sin matarme en el proceso.

— Cierra lo ojos.— le pedí al liberrar su boca.— Y tócate suavemente.— el se me quedo observado unos largos segundos fijamente sorprendido, pero luego parpadeo y asintio cerrandolos y empezandose a dar placer.

— Espera...—le escuche decir al tomarme la tarea de entrar mis dedos sobre los botones de su camisa y romperla hasta dejar expuesto su pecho.

— Manten los ojos cerrados, piensa en Bella mientras te toco, cuando llegues muerdeme y terminemos con esto.— el asintio levemente y me propuse a darle placer lo mejor y discreto posible, tenía que hacer mi parte.

Pase de estar sentado a su lado, a colocarme encima suyo empezando a lamer la piel de su cuello con lentitud, de la forma en que crei podría hacerle Bella. Mi lengua se deslizo hasta su pecho y sin avisar, arrope con mis labio a uno de sus botones dandole asi una leve mordida.

— Aaah...— no negare que me sorprendió escuchar el leve gemido de su parte, y no pude pensar en nada claro cuando sentí que su cuerpo deseaba aferrarse a mi contacto.

— ¿Te pone que te chupen las tetillas?— susurre con un tono burlón.

Le senti gruñir molesto, pero en vez de dejarlo insultarme, agarre otro boton y juge con el con la punta de mi lengua.

— ¿Que tal si acérelas esa mano?— susurre dirigiendo mi voz a su oido. Tal vez hablar sucio ayude, suele funcionar mucho cuando quieres darte una buena paja, en lo personal.— Imagina que estas dentro de alguien, y la estas penetrando tan duro que para vengarse...— agarre el lobulo de su oreja y la lami para luego morderla jugetonamente.— Te muerde y coloca su mano sobre tu pelvis con intención de que vayas lento.— deslice mi mano sobre la sabana y coloque mi palma justo donde había mencionado, sintiendo como ahora se la jalaba tan desesperado.— Tu sabiendo que ella quiere lo contrario, ¿que harías en ese caso?— pregunte viendo como se deshacía entre sus propios jadeos. Para joderlo aun mas, lleve mi boca a su piel expuesta de su clavicula y lo mordi suavemente.

— Joder Jacob...— su gemido fue ansioso.

— Dime que harías...— me acerque nuevamente a su oreja.— ¡Muestrame que deseas follartela bien duro maldito!.— susurre duramente con intención de molestarlo a no mas poder.

Pero no vi venir que abriera sus ojos, y una de sus mano se engancharra con fuerza sobre la parte de atras de mi cabello.

Me quede mirando sorprendido sus ojos abrietos brillantes por el placer que lo consumia cada segundo...joder, ¿que demonios estoy haciendo? ¿por que me pone curioso verlo asi?. Es jodidamente y aterradoramente agradable verlo asi.

— Eres un cabron.— ante sus palabras solo pude sonreír.

Pero mi sonrisa se borro enseguida al ver como con fuerza me colocaba debajo de el, y yo era ahora el que me encontraba debajo suyo.

— Que mierda...— su boca atrapo la mía con la misma brutalidad que yo hice mientras se mansturbaba encima mío.

Supuse que era justo que el tambien me humillara así, dejé que usara mi cuerpo mientras se imagina que lo hace con ella.

Su boca entre abierta abandono la mia y su respiración agitada junto con esa mirada en sus ojos me mostro que ya era ahora.

— ¡Hazlo!.— agarre sus mejillas y lo dirigí a mi cuello en donde enseguida sentí sus colmillos clavarse rapidamente en mi piel.

Al sentir el ardor de esa acción, solo pude aferrarme a sus hombros con fuerza.

Pero mi pulso empezo acelerarse al notar que no estaba haciendo el gesto de apartarse de mi y que ya su placer habia pasado a segundo plano.— ¿Edward?.— intenté apartarlo con pánico.

Es todo, iba resultar en un desastre, si Edward seguía chupando mi sangre y su mordida me causaba mas dolor, provocaría que mi lobo interior se activará y la situación se pondría fea...pero muy fea.

Desesperado, con toda la fuerza que obtuve lo volví a colocar debajo de mi intentado que se apartara de mi cuerpo. Pense rapido y deslicé mi muñeca debajo de las sabana, y agarre su miembro empezando a acariciarlo de la manera mas placentara que pude.

— Concentrate en mi voz, ya es suficiente.— aumente mi movimiento y cuando pense que seria inútil y estaba jodido, senti como dejaba de sentir esos colmillos e escuchaba gemidos confusos y desesperados.

— Yo te hare llegar.— le prometí para luego agarrar su boca y besarlo con fuerza sintiendo el sabor metalico de mi sangre en el proceso.

Acaricié con prisa toda la longitud de su miembro y me detenía unos segundos a acariciar la cabeza de esta, acaba de descubrir que eso lo volvía loco, por que me mordida leve mente mis labios al hacerlo.

— Lo siento...— lloriqueo esas palabras dejandome confundido.

— Dejate ir en mi, te lo permito.—

Luego de unos coqueteos más y unos besos totalmente babosos y bruscos senti como una esencia  caliente cubría toda mi mano.

No me podía mover, solo observaba fijamente su rostros y en como su cuerpo se iba calmando y desvaneciéndose debajo de mi.

— ¿Edward?— le llame viendole completamente tieso debajo de mi.

— Esto...es-esto no esta bien.— hablo comenzando a temblar.

Al escuchar sus palabras aleje mis manos de el y me baje de encima suyo sintiendome levemente extraño, como si me hubieran quitado algo de las manos que acababa de obtener.

— ¿Te sientes bien?— pregunte luego de un largo sliencio.

Espera, ¿por que demonios ando preguntandole como se siente? A mi que me importa en primera, esto es ridiculo.

— Esperame afuera, partiremos en veinte minutos.— sin poder decir mas y sin mirarlo, sali de la habitación sin ningún pensamiento claro en mi mente.

Eso si, no puede evitar que en mi pecho se instalara un sentimiento de extrañez y enojo.

Era un idiota por haberme atrevido hacer algo asi con el, y tambien por el hecho de tener una errecion dolorosa debajo de mis pantalones, que por supuesto, decidí olvidar e ignorar por mi propio bien.


Era un idiota por haberme atrevido hacer algo asi con el, y tambien por el hecho de tener una errecion dolorosa debajo de mis pantalones, que por supuesto, decidí olvidar e ignorar por mi propio bien

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Jacob • Edward: InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora