Chapter six: ¿Qué es el amor?

894 117 80
                                    

Con el pasar de los días, Yeonjun y Soobin
se volvieron más unidos que antes. Podrías
verlos a ambos en la cafetería, en el aula, en el patio y jamás lo verías separados.

Ambos pasaban desapercibidos de los malos
comentarios que la gente hacía porque sí, aún
habían varios estudiantes hablando pestes
de ellos, no era sopresa que Taehyun siguiera
hablando tampoco.

¿Cómo es que no notó antes lo patán que era?

Igual no es tan importante, para él no era el fin del mundo una ruptura más, además Soobin era todo lo que le hacía feliz en ese momento.

Yeonjun caminó por los pasillos con un par de pastelillos en sus manos, se esforzó mucho en prepararlos a pesar de que su dotes culinarios no fueran lo mejor.

Lo único que de verdad deseaba era que Beomgyu no estuviera ahí, entendía perfectamente que fuera amigo de Soobin
pero él quería estar presente en todo lo que hacían ambos. Y siempre quería estar
quitándole la atención de su mejor amigo, eso
no le gustaba para nada, el feo sentimiento se
instalaba en su pecho y sus labios se abultaban en un puchero mientras veía como ese tal Beomgyu a veces entrelazaba sus manos con el joven peliazul.

Se notaba que Beomgyu sentía algo por su mejor amigo, pero lo que lo tenía en un desastre de pensamientos era Soobin.

¿El también sentirá algo por él?

Desconoce el porque siente tan feo en su pecho pero no puede evitarlo, no quiere la atención del bonito peliazul en otro.

–¡Soobin-ah! –Le llama desde lejos, está a unos cuantos pasos de llegar al casillero junto
a él. ¡Beomgyu no está! Su sonrisa cuadrada
hace aparición y siente sus piernas temblar de la emoción, sólo espera que sus pastelillos le gusten.

El peliazul se gira al oír la voz de su hyung, le sonríe mientras agita su mano y Yeonjun acelera su paso antes que suceda cualquier
cosa.

Si, con cualquier cosa se refería a algo como
eso.

Beomgyu ahora está en el casillero junto a Soobin parece que está contándole algo divertido porque lo ve reír.

Yeonjun realiza ese puchero de nuevo.

–¡Yeon! ¿Hoy llegas temprano, no te quedaste
dormido esta vez? –Le cuestiona el joven
de gafas dedicándole una de esas sonrisas
bonitas, Yeonjun niega mirando con recelo a
Beomgyu y se posa a un lado de su mejor amigo.

–Mi horóscopo decía que despertara
temprano. -El responde causando la suave
risa de Soobin, de acuerdo, definitivamente
él no acaba de derretirse al oírlo. Puff, no.

–Tú crees en el signo zodiacal?

El pelirosa mira a Beomgyu quien ha
preguntado, quiere decirle que no le importa
pero eso seria grosero. Y él no quiere actuar
grosero con otros amigos de Bin.

–Mi horóscopo también decía que la piedrita
en mi zapato estaría muy preguntona hoy.

Beomgyu le sonríe con sarcasmo y posa su mano en el hombro de Soobin antes de acercarse lentamente para depositar un beso en su mejilla.

–¡Te veo luego, Bin!

–¡A-Adiós, Beomgyu hyung!

Yeonjun mira a Soobin, su entrecejo está fruncido.

-Sostén esto.

–¿Eh? Oh, hyung. ¿Has comprado pastelillos
en el camino? –Le cuestiona con curiosidad,
sostiene con sus manos el paquete que le ha
pasado su mayor y le mira expectante. -¿Por
qué esa carita, Yeon?

–Fuchi –Murmura el pelirosa limpiando con la manga de su suéter la mejilla de Soobin, justo en donde segundos atras se posaron los
belfos de Beomgyu. –¡No puedes aceptar besos! ¡Tienen bacterias!

-¿Sin besitos, Yeon?

–Sin besitos, Binnie

El joven de gafas bufa asintiendo a las palabras del otro, Yeonjun celebra internamente y esta vez limpia con su pulgar la mejilla de él, aunque era más como una caricia indirecta.

-¿Sin besitos tuyos tampoco?

–¡A-Ah, claro! Quiero decir, podemos, mis
besitos sí son lindos. –Balbuceó terriblemente
nervioso, la pregunta de su amigo lo había
tomado con la guardia baja.

Soobin sintió su corazón acelerarse, ¿de
dónde había encontrado tanta valentía para
decir algo como eso?

¡Ah, ahora siente vergüenza!

–¿Quieres un besito, Binnie?

La mirada de Yeonjun se posó en él, Soobin se atragantó con su propia saliva muy apenado y corrió despavorido del lugar con los
pastelillos en su mano.

El pelirosa se quedó de pie ahí en su casillero
sintiendo un poco de decepción, no bromeaba
cuando le ofrecía besitos.

Su corazón se lo pedia y él no era quien para
negarse, tampoco quería hacerlo.

Choi Soobin era su sol en las mañanas y el
motivo que le hacía feliz.

¿Tal vez se había pasado el límite?
Probablemente Soobin ni siquiera pensaba o
sentía algo parecido a lo que él experimenta.

Dios, ahora se siente muy triste.

A la hora siguiente, las clases avanzaban con

demasiada lentitud, los alumnos parloteaban sin parar y el maestro dormía sin inmutarse de lo que ocurría.

Soobin estaba preocupado, desde que volvieron del receso, Yeonjun no le había mirado. Sólo lo veía realizar garabatos en su libreta y de vez en cuando, sacar su teléfono. También por alguna razón se había sentado en los últimos asientos, ¿hizo muy mal al
correr?

¿Yeon se habrá enojado conmigo?

–Disculpe, Chan hyung. ¿Me podría cuidar mis cosas? Me pondré de pie pero volveré rápido. –Pregunta un poco cerca de su butaca, lo ve asentir sin problema y le sonríe en agradecimiento. Se pone de pie y camina hacia la butaca de Yeonjun, no lo piensa y
remueve el cuerpo de su hyung para sentarse a su lado.

–Yeon, psst.

–¿Por qué viniste hasta acá?

–¿Te has enfadado conmigo?

Yeonjun niega tranquilamente y le dedica su bonita sonrisa cuadrada.

–Yo nunca me enojaría contigo, Bin. -Expresa
dejando a un lado sus garabatos, Soobin piensa que es realmente bueno dibujando y que cuando sea un adulto será alguien demasiado importante. -Es sólo que si me dolió un poquito tu huida, aún no entiendo
la sensacióón que tengo en mi pecho al verte o al querer tus labios pero te prometo no mencionar nada si te hace sentir incómodo.

Soobin quiso llorar ahí mismo, ¿era como una
especie de confesión?

–¡N-No es eso, Yeon! Es que no comprendo que quieras darme besitos, tú eres muy bonito. ¡Centellas! ¡Eres el más bonito de la escuela! Pero- yo soy únicamente Soobin, sólo eso.

–Tú no sólo eres bonito, Soobin. Tú eres todo.

El peliazul mordió sus propios labios sintiendo su corazón a mil por hora, alzó su mirada encorntrándose con la mirada curiosa de Yeonjun.

Era ahora nunca, ¡házlo!

Soobin exhaló nervioso con sus manitas temblando, no le importaba la gente que probablemente estaba mirándolos ahora.

Él estaba enamorado de su hyung y ya era hora de demostrarlo sin miedo.

–Me gustas, Yeon.




voy a llorar, son tan lindos

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 22, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

mis ex novios ; soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora