Narra Layla

Me removí en mi lugar al sentir el sol en mi cara, me senté con un gruñido de mal humor cuando vi que no me podría esconder de él, me levanté de la cama para cerrar la cortina, todas seguían dormidas, me fije en el reloj para darme cuenta de que era muy temprano para ir a clases, pero no podría volver a dormir, así que decidí comenzar a arreglarme con todo el tiempo del mundo. Me metí al baño después de tomar mi uniforme, el agua caliente relajó mi cuerpo de la sensación de euforia que tenía. El primer día siempre me había resultado interesante y nervioso, una combinación extraña que me gustaba

Salí de bañarme y me cambié, después me dirigí al gran comedor desayune tranquila hasta que los demás comenzaron a llegar 

-Hola- mire a mi lado para ver a Hermione 

-Hola- seguí comiendo, la comida era rica, pero, claro, no como la de mamá 

-Toca transformaciones- asentí a Hermione -La profesora parece muy severa- 

-Al parecer lo es- Dora me había contado varias cosas de ella, no era buena idea meterse en problemas con ella -Mi hermana me ha contado de ella. Minerva McGonagall, ese es su nombre- ella se encogió de hombros 

-No creo tener problemas, he estudiado mucho. Leí todos los libros del año. Mis padres son muggles, no sabía nada, pero ya lo sé. Todo- ella se levantó de la banca -Debemos irnos, la clase va a empezar- me levanté a regañadientes sin haber acabado mi desayuno, caminé atrás de Hermione hasta llegar al salón de transformaciones, ambas nos sentamos alado de la otra, poco a poco el salón se comenzó a llenar. La clase empezó sin acontecimientos, hasta la mitad de la clase, Harry y Ron entraron  corriendo

-Llegamos. ¿Te imaginas la cara de McGonagall si nos viera?- los mire en advertencia, McGonagall saltó de su forma animaga del escritorio convirtiéndose en la profesora -Eso fue algo brillante- 

-Gracias por el cumplido, señor Weasley- la profesora le dijo -Tal vez sería más fácil si los transformara a los dos en un reloj de bolsillo. Así tal vez llegarían a tiempo- 

-Regresar es un lio- Harry le contestó 

-En un mapa entonces. Confío en que no necesitan uno para encontrar sus lugares- los dos se sentaron en un lugar vació. Un papel llego a mi, mire a la dirección en la que llego. Malfoy me miro mal antes de sonreír burlista, tome el papel antes de abrirlo un ¨Traidora¨ estaba garabateado, rodé los ojos antes de verlo y romperlo antes sus ojos, él rodó los ojos. Seguí con mis deberes antes de recibir un regaño por culpa de mi tonto ¨primo¨  

La clase de transformaciones terminó y nos tocaba pociones, me senté en el primer lugar que vi, a mi lado Neville se sentó 

-Hola- le sonreí, él me regreso la sonrisa 

-Hola- regreso la vista a su pergamino sonrojado; era muy tímido, me reí un poco antes de volver mi vista también al pergamino. levanté mi vista cuando la puerta se abrió de golpe 

-Nadie agitará su varita ni hará encantamientos tontos, por lo tanto supongo que muchos de ustedes no apreciaran el valor que tiene la ciencia, pero aquellos, que serán pocos, lo que posean la predisposición, les enseñaré como dominar la mente, hechizar los sentidos. Les enseñaré como embotellar la fama, generar la gloria e incluso, ponerle un alto a la muerte...A no ser que hayan venido aquí con la sabiduría suficiente como para no poner atención- Su vista, que se dirigía a todos, se detuvo en Harry que estaba escribiendo lo que él decía -Harry Potter nuestra nueva celebridad- Snape se acercó a él -¡Potter! ¿Qué obtendría si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?- Hermione levantó la mano rápidamente, Harry negó 

Solo tú  (Neville Longbottom)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora