𝟐 𝐁𝐚𝐝 𝐡𝐮𝐦𝐨𝐫

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De manera habitual, Mateo llegaba al salón y se sentaba donde siempre, sin notar que Ivan hacía lo mismo, tomando lugar a su lado

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De manera habitual, Mateo llegaba al salón y se sentaba donde siempre, sin notar que Ivan hacía lo mismo, tomando lugar a su lado. Cada mañana se ponía a repasar las notas de la clase anterior, tratando de completar las palabras sin sentido con cualquier cosa que pudiera tratar de recordar haber leído en los labios del profesor la clase anterior, pero eran muchas palabras y muchas horas para recordarlas todas. A veces odiaba ver como el mundo ponía tan poco de su parte para tratar de entenderlo. 

Mateo no podía notar que mientras el trataba de aprender por si mismo, la voz de Ivan sonaba cada día a su lado cuando se sentaba en la misma silla, con un saludo amigable y una cara de desilusión cada que no contestaba. No era su culpa, solo no lo sabía. 

—¿Y Leo? —pensó en voz alta al no ver a su amigo llegar, no era una persona impuntual, al contrarió. 

Tras la llegada del profesor se rinde ante la idea de que su amigo llegue a la primera hora, pero desea pensar que lo vera en las siguientes. Su mirada se distrae por un momento cuando escucha un pequeño golpecito con el suelo, el lápiz de Mateo acaba de rodar hasta la suela de sus tenis y el chico parece no darse cuenta de ello. Se agacho para recoger el lápiz. 

—Hey —lo llamo con voz baja, aunque Mateo no le contesto y en cambio, siguió mirando su cuaderno intercalando la vista en este y el profesor. Ivan giro los ojos por un momento, sabía que era la misma situación, por lo que dio unos cuantos toques a su brazo. 

Mateo lo miro y luego su lápiz, tomando este no sin después darle una sonrisa. 

—Gracias —murmuro con una voz muy pequeña, como si temiera que estuviera hablando con demasiada fuerza. 

—Si de nada —contesto regresando a sus cosas. 

El chico volvió a mirar al frente, pero rápidamente dejando marcar desilusión en su rostro al perder el hilo de la conversación. Mateo se desesperaba cuando eso pasaba. El tenía lo que de manera medica podía denominarse "Trastorno del espectro neuropatía auditiva", lo que quería decir que si, podía escuchar de vez en cuando, sin embargo su cerebro no era capaz de interpretar los sonidos de manera correcta, haciendo que no supiera la mayor parte del tiempo que era lo que las personas trataban de decir o si se dirigían a él.

No hablaba porque tampoco era consciente en su totalidad del tono de voz que usaba. En pocas palabras, eran pocos los momentos donde alcanzaba a decir mas de cuatro palabras a una persona.

Guardan sus cosas al término de la hora y Mateo se levanta cuando ve a todos haciendo lo mismo, emocionados por ir a casa. En el transcurso va dejando detrás suya uno de sus cuadernos. Ivan se percata de ello y lo toma para girarlo hasta dar con su nombre. Suspiro molesto al encontrar el apellido, junto al nombre en el lugar de la etiqueta. 

—Lo que faltaba —al salir del aula no encuentra a Mateo por desgracia y solo le queda esperar al lunes siguiente para verlo. 

Con el mal humor que empezaba a tener día a día por el estrés de las clases recibió una llamada de su amigo, quien le pedía los apuntes de la clase para saber si necesitaba adelantar algo o saber sobre un tema. Sabiendo que algo estaba pasando se tomo un momento para preguntar cual era el problema. 

—Nada, al chabón ese de la clase que nunca me devuelve el saludo se le quedo el cuaderno y no se lo quiero entregar —dijo con ligera molestia —. Creo que por educación al menos debería de darme una sonrisa. 

—Che no seas ridículo, alto drama te armas —regaño su amigo —. ¿Cómo se llama por cierto? A ver si lo encuentro por instagram.

—Mateo Rojas —contesto revisando el cuaderno, seguro de que solo había apuntes y literalmente se encontró con anotaciones con la fecha de cada palabra que había dicho el profesor en la clase, la letra se arrastraba en algún que otro punto y cuando las oraciones dejaban de tener sentido empezaban los dibujos de pequeñas flores en las hojas —. No es que sea ridículo, es que no entiendo cual es su problema.

—Ivan... —lo llamo su amigo con una voz ligeramente seria —sabes que él es sordo ¿no? 

Se siente como si su cuerpo se congelara y de repente, el pasa de ser una persona molesta por algo normal a un idiota por no notar algo como aquello. Ni siquiera se le había cruzado por la cabeza.

—Jodeme que en verdad es sordo —espero un momento.

—No, no, es verdad. Mira su perfil, aquí se ve que trae el coso ese para el oído —revisa el link de su celular entrando al perfil, notando que si, tenía varias fotos y si, había una donde se alcanzaba a notar el auxiliar, sin mencionar una donde estaba acompañado de personas de una fundación. 

Se estampa la mano contra la frente. Ahora todo cobraba sentido.

Espero que les gustara el capitulo y que me puedan dejar sus opiniones e ideas hasta ahora

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Espero que les gustara el capitulo y que me puedan dejar sus opiniones e ideas hasta ahora. 

Les veré pronto. 

Con amor. 

- Zeus

𝐍𝐎𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆; Spreen ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora