La chica más linda de Hogwarts es contratada por unos Slytherin para enamorar a dos de los merodeadores, y acabar por fin con aquel grupito de bromistas que ese creían los dueños del mundo .
Ella solo es una chica que quiere huir de su pasado, y pa...
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"El poder es la más grande ambición del ser humano" una chica de 15 años llamada Lea Riddle iba pensando en esa frase ya que se encontraba sentada en un tren con dirección a Londres. La niña de 11 años que iba sentada junto a ella, totalmente concentrada leyendo un libro, era su hermana menor. Lea recordó lo que le dijo la pequeña Dayana Riddle ayer antes de salir de Suiza "Tengo que terminar este libro, porque si padre se entera que estoy leyendo un libro Muggle me va lanzar un crucio", después Lea quitó la vista de la menor, le puso atención a la señora muggle que pasaba con un carrito lleno de golosinas, Lea le hizo una seña con la mano a la señora para que parara...
- Disculpe - dijo Lea mientras sacaba un monedero donde traía unas monedas muggle
- ¿Qué se le ofrece jovencita? - se acercó la señora con una sonrisa
- Quero dos jugos de calabaza y dos ranas de chocolate - la señora se le quedo viéndola totalmente confundida mientras que la chica esperaba sus golosinas
- Lo siento señoritas, pero solo tengo jugos de manzana y barra de chocolate - La señora dijo incomoda ya que las dos jóvenes la voltearon a ver sin ninguna expresión en la cara
- Bueno, deme dos de cada una - Contestó Lea con un poco de disgusto en su cara.
Lea se le había olvidado que los muggle no tenían los mismos dulces que en el mundo mágico, lo que le disgustaba un poco, pero no juzgaba los dulces muggle ya que que la pareja de su madre alguna vez les regalos dulces muggle a ella y su hermana, los cuales les encantaron a las dos jóvenes. Pero lamentablemente eso quedó en el pasado y ahora solo era un recuerdo que ella deseaba que nunca hubiera acabado.
La señora que reparte los dulces le entregó sus cosas, recibió sus monedas y después se fue. Las chicas solo se comieron sus dulces sin ningún interés con la mirada de la señora mientras se iba.
Cuando por fin llegaron a la estación de Londres las hermanas fueron por su equipaje y caminaron hasta el sanitario más cercano. Esperaron hasta que todas las personas salieran, para que la mayor hiciera una aparición justo enfrente de la mansión Riddle (queriendo recalcar que su padre ya estaba empezando a infiltrarse en el ministerio de magia en Londres, porque ya no podían rastrear ni a ella ni a su hermana) Lea sintió un escalofrío ya que en esa casa no tenía muy buenos recuerdos.
Las cosas que ves desde fuera de esa casa, nunca eran lo mismo veían las personas que vivían dentro de ella. A Lea nunca le ha gustado llorar ya que su padre le lanzaba hechizos torturadores para que no llorara más, siempre que una lágrima salía de sus ojos recordaba el dolor insoportable. Por esa razón cuando su madre falleció solo lloró una vez y fue cuando su madre se despidió de Lea mientras la mujer se desangraba en los brazos de su hija. Según la oficina de aurores, ellos no podían hacer nada ya que los testigos y la evidencia, la muerte de la ex señora Riddle había sido parte de un robo hecho por un muggle, eso Lea no se lo creía, ya que unos días antes del supuesto robo, había hablado con su madre sobre unas sospechas que tenía muy mal a ambas. Lea sabía que algo estaba mal, pero no quería asustar a su hermana, después todo Dayana era solo una niña triste por la muerte de su madre, y Lea solo pensaba en cómo sacar a su hermana de esta vida de mierda en la que iba a meter su padre.
