SATISFICED ━━ Drakey [EDITANDO]

O1 | BRINDIS

-¡Un brindis al novio! ¡A la novia! De parte de su hermano quien estará siempre a su lado. -habló Manjiro de pie frente a los invitados mientras alzaba su copa junto a ellos esbozando una sonrisa con los ojos cerrados.

"Por su unión, amor y la esperanza que nos dan, que siempre estén satisfechos y yo sé que serán felices como esposos. "

Al terminar su discurso escuchó los aplausos eufóricos de todos y vio los rostros de Draken y Emma, las personas que más amó en su vida, ahora comprometidos, ambos se veían tan elegantes como siempre imagino justo como sus sueños, a pesar de ello Manjiro no estaba satisfecho.

En un momento sintió el ruido y la música empezando a desaparecer, busco a Emma con la mirada pero esta solo se detuvo al encontrarse con la de Draken quien le dio una pequeña sonrisa tímida y el se la devolvió.

-¡Mikey! -lo llamó Draken pero no podía levantarse de su lugar era como si una fuerza desconocida lo mantuviera en el mismo sitio.

-¡MIKEY!

Fue lo último que escucho cuando abrió los ojos repentinamente.

-Tenemos que ir a la escuela, te dije que durmieras temprano tienes el sueño pesado. -Draken le regaño mientras le sacaba las sábanas.

-Arruinaste mi sueno-adormecido, Mikey se quejó.

-Ya, apúrate qué se hace tarde.

Draken a veces solía ir por Mikey para ir a la escuela porque tenía que tener a alguien forzandolo a ir o el simplemente no lo haría, lo más difícil siempre era la hora de levantarse estaba acostumbrado a que casi siempre llegarían tarde, tal vez no eran los mejores estudiantes pero veían necesario asistir a clase.

Pero Mikey, nunca olvidaría la primera vez que lo vio.

Nunca volvió a ser el mismo.

Ojos inteligentes en un cuerpo con hambre y cuando dijo "Hola", se olvidó de su nombre.

Le prendió fuego a su corazón, le prendió fuego a todo su ser, estaba indefenso.

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-Me pareces un chico que nunca ha estado satisfecho. -comentó Draken mirando el atardecer.

-No sé que es lo que tratas de decir. -Mikey volteo a verlo con confusión.

-Eres como yo, nunca estoy satisfecho. -respondió mientras formaba una sonrisa.

-¿Es verdad?

-Nunca he estado satisfecho.

-Aferrate a este mundo. -dijo Mikey mientras alzaba el puño hacia adelante.

-¡Por supuesto! Este año conquistaremos todo el país. ¿Así estarás satisfecho?

Mikey soltó una carcajada.

-¡Seguro que lo estaré! ¿Y que hay de ti?

-También lo estaré mientras tu lo estés. -le respondo el más alto.

-¿Qué clase de respuesta es esa? ¿Lo prometes? -inquirio el menor.

-Claro, conquistaremos el país juntos, seremos los dueños del mundo entero. -afirmó con los ojos llenos de esperanza y entusiasmo qué hicieron resonar el corazón de Mikey.