CAPÍTULO 2

9 3 4
                                    

Salimos de varios restaurantes, cafeterías e incluso tiendas, en las que he dejado mi currículum, obviamente no me han dicho que estoy contratada, porque había más gente queriendo el trabajo, así que me llamarán por teléfono para hacerme una entrevista. Y la verdad, es que me da igual si es en un restaurante, en una cafetería o en una tienda, mientras tenga dinero y pueda compaginar el trabajo con los estudios, me es suficiente.

Llegamos al coche y subimos, nos ponemos los cinturones y Helena arranca el coche.

—¿Tú crees que me llamen? —pregunto dudosa mientras miro por la ventana.

—Sí, y si no lo hacen, no te preocupes, aquí en Nueva York hay muchos sitios en los que poder trabajar.

—Ya. Eso sí.

—Oye, ¿Y por qué no buscas trabajo de lo que a ti te gusta?

—¿De fotografía? —asiente, pero yo niego —No he estudiado nada de eso, lo hago porque es como un hobby, me gusta, pero, aunque buscara trabajo de eso, dudo mucho que me contrataran sin tener los estudios.

—Bueno, pero por intentarlo no pierdes nada.

—Pues cuando llegue a casa y termine de instalarme, buscaré por internet.

—Bien. Ahora vamos al centro a recoger tus cosas y a despedirte de todos —asiento y acelera un poco más para llegar al centro.

Subimos las escaleras del centro y camino hacia mi habitación para recoger mis cosas. Me siento en la cama y suspiro mirando toda la habitación, voy a extrañar tanto este sitio. Ha sido mi única casa y se han portado demasiado bien conmigo, bueno, se portan bien con todos, pero conmigo ha sido todo diferente, aparte que me he portado tal y como me han enseñado, sin dar ningún problema ni nada.

Cojo todas mis cosas y salgo de la habitación, bajo las escaleras y camino hasta dirección.

—Aquí estás —me giro y veo a la jefa de estudios acercarse a mí —Ven, vamos al patio.

—Pero tengo que despedirme de mis compañeros y de los profesores.

—Tranquila, luego lo harás —sin decir nada más, camino con ella hasta el jardín, y cuando llegamos veo a todos allí, con un gran cartel que dice "Hoy es tu día, feliz cumpleaños y que tengas mucha suerte" Cubro mi boca con mis manos y siento mis ojos humedecerse, pero inhalo profundamente para que no salgan.

—Oh venga, no te hagas la dura —dice Bella al ver cómo me limpio los ojos.

—Cállate enana —digo riendo.

—Toma Agatha, esto es para ti —me agacho para quedar a la altura de Melody, una niña de cinco años, que lleva aquí, casi prácticamente igual que yo, desde que nació, su madre la dejó en la puerta del centro, dentro de una caja y una manta. Pero con suerte, hay una familia que está pensando en adoptarla —Es de parte de todos —susurra en mi oído. Cojo el sobre rosa y la abro, dejándome ver una tarjeta azul cielo.

—¿Y esto? —pregunto tomando en brazos a Melody, y mirando a todos.

—Es una tarjeta de débito, entre todos hemos puesto un poco de dinero, ya que la chica del banco nos dijo que al menos tenía que tener un poco de dinero —explica Helena.

—Pero esto es mucho —digo acercándome a ella —En navidades me regalasteis un portátil, hace unas horas un móvil, y ahora una tarjeta de débito —digo sin que Melody me escuche, ya que está entretenida haciendo una trenza con un mechón de mi pelo castaño.

NO ESTÁS SOLA [ZAYN MALIK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora