JIGSAW

121 18 2
                                    



Jeongguk se estaba volviendo loco, y la única solución a eso lo preocupaba más que hacerlo sentir liberado. Si hubiese podido elegir otra alternativa, la hubiera tomado sin más, pero no podía ignorar su propio corazón, si el corazón ajeno que tenía la responsabilidad de cuidar estaba en riesgo por su culpa.

Por eso, cuando su novio avisó que estaba fuera de su edificio, sintió como si una gran roca cayera sobre sus hombros, y las manos le sudaron cuando tuvo que tomar la contraria para tomar el ascensor hasta tu departamento.

Jimin se veía extremadamente feliz ese día, como si estuviera listo para pasar el mejor momento de su vida, mientras su pareja solo estaba intentando no romper en llanto antes de tiempo. Sin dudas, ambos esperaban de ese día algo muy distinto, y lo peor era que a ojos del menor era muy obvio quién de los dos saldría más lastimado. Después de todo, era él quien tenía malas noticias, mientras que su chico pensaba que los esperaba una velada romántica como las que siempre compartían cuando tenían privacidad.

Incluso pensó en renunciar a su plan inicial cuando vio al chico tan entusiasmado con la idea de merendar algo juntos, pero sabía que si lo dejaba pasar esa vez, entonces nunca más juntaría el coraje para afrontarlo. Así que, con todo el dolor del mundo, pidió que mejor pasaran a su habitación a charlar. Tuvo que ocultar sus deseos de llorar una vez más cuando Jimin comenzó a besarlo tan solo poner un pie en el lugar, pero no pudo rechazarlo.

Lo que más dolía de toda esa situación, era que su corazón seguía latiendo igual de fuerte por ese chico, aunque también latiera por alguien más ahora.



- ¿Qué pasa? - Preguntó el mayor luego de notar que el contrario no seguía sus besos con tantas ganas como siempre. Pudo ver algo diferente en sus ojos también, pero no sabía descifrarlo. Así que, cuando Jeongguk se sentó al borde de la cama, tuvo que imitarlo.

Miradas. Jimin ya comenzaba a sentirse triste mientras que Jeongguk ya no podía ocultar su dolor. Casi que maldijo el hecho de que el chico frente a él lo conociera tan bien como para saber que algo andaba mal hasta por su forma de besarlo.

- Tengo algo que decirte. - Confesó. Su corazón casi da un vuelco al notar el cambio de expresión del contrario. - Pero necesito que me escuches bien. Hace un tiempo que vengo pensando y sintiendo algo que no sabía cómo expresar, porque quería convencerme de que no era nada y-

- ¿Quién?

Solo esa palabra bastó para que las lágrimas de ambos comenzaran a caer. Si Jeongguk tenía algo que decir, Jimin no estaba dispuesto a esperar ni atravesar rodeos antes de enfrentarse con la verdad. Si había algo que Park prefería, era chocarse contra la pared directamente en lugar de caminar lleno de esperanzas para luego sorprenderse. De todas formas, ya lo había hecho ese día al creer que Jeongguk quería verlo solo porque sí, cuando en realidad estaba descubriendo sus intenciones verdaderas en ese momento. Así que, si había algo que confesar, necesitaba que fuera rápido.

El menor no supo muy bien cómo contestar a su pregunta. Intentó seguir el hilo de lo que había comenzado a decir con anterioridad, pero Park fue muy claro al volver a insistir en que necesitaba saber de quién se trataba lo que estaba expresando. Porque algo era obvio para él: si Jeongguk estaba dudando, era porque había un nuevo número en la ecuación.

- Por favor, Jeongguk, si quieres que esto sea más fácil, solo dímelo.

- Minho.

Y con solo escuchar el nombre, la risa del contrario llenó la habitación. Una triste, rota y sarcástica que a Jeon le dio incluso miedo por lo amarga que sonaba. Quiso mirar a los ojos al muchacho que tenía enfrente, pero Jimin no estaba dispuesto a ver su cara en ese momento, por lo que simplemente se acomodó en la cama de forma en que ahora miraba a otro punto en la habitación que ya no fuera Jeongguk.

jigsaw; pjm + jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora