Juntos para siempre

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Me encontraba escuchando Ring Ding Dong de uno de mis grupos favoritos que era SHINee, estaba pendiente a la hora ya que no quería llegar tarde a mi clase, usualmente Jennie me avisa de que debemos entrar al salón de clase pero hoy es la excepción, no quiero molestarla con ese chico, tal vez ahorita estén de melosos o yo que sé, alguna cosa que hacen simplemente ellos, no lo sé pero no quiero ser mal tercio aparte que odio ese tipo de cosas, prefiero estar perdido en mi mundo aunque ahora que lo pienso, no he comido nada, osea si compré cosas para comer mientras escuchaba mi música pero entre tanto pensar que podrían estar haciendo Jennie y el chico sin nombre pues no comí nada, bueno a comer de rápido antes que suene el timbre.

10 minutos después (Me da hueva escribir como se come las cosas)

Ya me encontraba guardando mi teléfono junto a mis audífonos ya que no quería que ningún maestro me los quitará y tenga que venir mi madre para que me den mi teléfono aparte que me castigaría por utilizarlo en "horario de clases" mis huevos ese tal horario de clase, estoy en mi recreo y ni siquiera estoy haciendo algo malo para que un maestro que parece que no dio a noche me venga y quite mis cosas aparte ¿De que sirve la secundaria realmente? Te ponen reporte de todo y yo no veo que eso cambie mucho que digamos, es más, algunos hasta falsificamos la firma de nuestros padres y ni se dan cuenta, aparte que ponen reporte por todo pero si ven que otro alumno está golpeando a otro nunca dicen nada a pero cuando te defiendes ya hasta te quieren expulsar.

Bueno ahora sí con cuidado tengo que salir sin que me vea Jennie o me golpeara por abandonarla pero al menos hice algo bueno, ya no fui el mal tercio. Creo que ya no hay nadie cerca, okey ya ahora sí puedo salir.

Narrador Omnisciente

Yoongi comenzaba a caminar a paso firme mientras con la mirada buscaba a Jennie para no encontrarse la de una forma que no pudiera escapar de nuevo.

Iba pensando en como explicarle el porque se había ido, no quería sonar grosero ni mucho menos mamón pero que explicación le podía dar a su mejor amiga cuando realmente se fue sin decir más y peor, esconderse durante una gran parte de su recreo, no sabría cómo decirle "Perdón, me sentí mal tercio" o "Perdón es que me sentí celoso al ver cómo le sonreias" iba a sonar peor si le decía la verdad así que era preferible inventarse una pendejada a contarle que sintió celos aunque el evitaba eso ya que no está enamorado o eso creía.

Tanto se perdía en su mundo que no se dio cuenta que estaba cerca de la chica de una tez algo morenita y unos ojos parecidos a los de un felino y a su lado un chico un poco más alto que el de unos ojos algo grandes, unos dientes parecidos a los de un conejo y algo fornido aunque tampoco los contrarios se dieron cuenta de su presencia, al salir de sus pensamientos se sintió tensó, con miedo a lo que se dio un cuarto de vuelta y camino tratando de no parecer sospechó, tenía que alejarse lo más posible de ambas personas que seguían buscándolo pero a la vez hablaban entre ellos tratando de conocerse mejor.

Mientras trataba de irse al otro extremo de la escuela sintió como una mano un poco grande tocaba su espalda, sentía miedo al pensar que podrían ser su mejor amiga y el chico con el que hablaba pero se llevó una gran sorpresa al encontrarse con un chico de pelo rubio claro pintado pero rubio, era algo tímido que con una sonrisa se disculpaba de el, lo miro bien para darse cuenta que su sonrisa hacía que resaltarán sus hoyuelos muy lindos la verdad, era un chico muy hermoso para ser sinceros, se veía algo músculoso y sus manos se veían grandes pero no es para dejarse engañar, eran más pequeñas que las de el con el simple detalle que sus dedos eran delgados.

Sus ojos se cerraban cuando sonreía dándole un aspecto algo tierno, se había quedado tanto tiempo mirándolo que no se dio cuenta que el chico trataba de llamar su atención hablando con cierto tartamudeo, dejo sus pensamientos de lado para poder escuchar al chico prestándole más atención.