Una pequeña historia en donde muestra parte del viaje que hacen Sasuke y Sakura por más de un año.
Y al regresar a la aldea de Konoha, vienen de la compañía de una hermosa bebé, la hija de matrimonio Uchiha; Sarada Uchiha Haruno.
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Sakura comenzó a caminar para de nuevo al hotel. Paso por una tienda de ropa, se enfocó que en los maquinis de esta, había ropa para entrenar para mujer, que consistía en un top y un short pequeño. Sabía que se irían rápido de la aldea por lo que cuando se fueran a ir, pasaría por el conjunto.
-Asami? -hablo a la gatita y está estaba Dormida en la palma de su mano. Sentía que algo faltaba pero jamás se le vino a la mente que era.
Llegó al hotel y saludo de nuevo a la chica que anteriormente habían hablado.
Que podía hacer? La aldea era muy grande y el día se le había pasado en la veterinaria. Ahora serían las seis de la tarde y sentía que ese día no había sido nada productivo para ella. Sino sólo para su pequeña hija. Entró a la habitación, y la cerró con seguro.
-Duerme Asami-la puso en el tapete donde había dormido la noche anterior y la tapó con la toalla.
Se subió a la cama y se cobijo. Sería problamente la última noche que dormiría en una cama, así que aprovecho a disfrutarla.
-Sasuke....- susurro el nombre de su amado.
Antes de poder conciliar el sueño, pudo ver una mesa en la esquina de la habitación que no había visto, arriba de esta había varias botellas de alcohol y dos vasos. Se levantó de la cama dispuesta a probar las tres botellas, solo sería probar.
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Sasuke caminaba directo al hotel. Paso por una tienda en donde vendían cosas de armas, por lo que decidió comprar algunos Kunais para Sakura y algunos Shuriken para él. Salió de la tienda, el sol comenzaba a ocultarse, así que se apresuró al hotel.
Los policías le habían dicho, que los hombres que Sakura y él habían atrapado eran los que robana en los locales y tenían un buen escondite.
-son unos estúpidos-Sasuke susurro para el.
Como no pudieron atraparlos? Si sakura y él en una noche los habían atrapado.
Dejó los pensamientos a un lado cuando pasó por una tienda de ropa interior para mujer. Sus ojos se fueron a los maniquíes, algunas tenían ¿agujeros? ¿Pará que? En las partes de los pechos y calzoncillos.
Sus mejillas se calentaron y rápidamente apartó la mirada de ahi, apresuró sus pisadas hasta llegar al hotel. Llegó a la habitación en donde introdujo la llave. Abrió la puerta y todo estaba apagado, y completamente silencioso, se quito sus zapatos y su mirada fue directo a la cama la cual estaba totalmente desalsada, parecía que un remolino había pasado por arriba.
