ꕤ › chapitre deux !

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— ¡Por favor, madre!

— No, Charlotte, ya he dicho que no.

— Padre, padre, por favor ¡te lo suplico! —Dijo ahora dirigiéndose a su progenitor, quién pasaba en ese instante por la sala.

— Lo siento, cariño, lo que tu madre diga. —Dijo antes de tomar de su taza de café y sentarse a leer un libro.

Charlotte soltó un grande suspiro, dejándose caer en uno de los sofás, casi derrotada.

Desde aquella reunión de amigos con Adrien, habían pasado unos cuántos días y la familia Dosceù-Vaurent había regresado a su hogar luego de las remodelaciones.

Luego de que en una de las tantas videollamadas que hacían Char y Adrien por la noche en algún tiempo libre que tenía el muchacho, ella se había quejado con Adrien de lo horrible que eran las clases en línea, pues no podía concentrarse con facilidad a comparación de cuando asistía a clases presenciales en el internado, también expresó lo solitaria que se sentía extrañando a sus compañeros. Fue entonces que Adrien le contó que se sentía exactamente igual cuando anteriormente tenía su educación en casa, y que ahora que finalmente asistía a una escuela, se sentía demasiado feliz. Éso le dió una gran idea a Charlotte para no seguir aburriendose durante sus clases, y era que ahora quería estudiar de forma presencial, y qué mejor que asistiendo a la escuela a dónde iba Adrien.

"¿Y dejar el internado?, ¡es una barbaridad! están a casi mitad de curso, no puedes salirte del internado solamente para entrar a una escuela nueva únicamente por un curso escolar, ¡es una locura!" había dicho su madre.

Y aunque era lógico su enojo, ella de verdad se sentía infeliz tomando clases en esa modalidad.

Su padre, al verla tan desanimada, dejó su café en la mesita de la sala y se giró hacia su hija con un semblante serio.

— ¿Crees que tú aprendizaje es lo suficientemente efectivo al tomar clases en línea?

— Vincent. —Advirtió su esposa, sabiendo de sobra lo que su marido estaba haciendo.

Pero él simplemente la ignoró y concentró toda su atención a su hija.

Charlotte negó.

— Me distraigo muy fácil, no me siento del todo conectada con mi docente, me es más sencillo aprender de forma personal y dinámica que por medio de una pantalla dónde muy apenas y puedo ver la cara del profesor. —Admitió.

— Eso se arregla fácilmente, podemos traerte un tutor personal del instituto, podemos costearlo. —Dijo su madre con rapidez, tratando de dar una solución.

Sin embargo, su esposo le dió una mirada de advertencia, ése era momento de escuchar a su hija y ponerla de primera, luego de podrían buscar soluciones sin provocarle estrés o abrumar a su hija. Ella por supuesto entendió aquello con la mirada de su esposo.

Elizabeth se sentó a lado de él y miró a su hija con comprensión.

— ¿Eres feliz con la forma en la que tomas tus clases? —Preguntó ahora ella, sintiendo la mano de su marido acariciar su espalda, feliz de haber hecho entrar en razón a su esposa.

Charlotte volvió a negar.

Elizabeth soltó un suspiró y giró a ver a Vincent, él le sonrió y ambos asistieron, con una simple mirada habían tomado una decisión.

Ellos regresaron su vista a su hija, quién los miraba con un brillo de esperanza.

— Está bien, asistirás a la escuela —Charlotte estaba a punto de saltar de alegría, pero su madre se apresuró a hablar— únicamente durante este año —Aclaró severamente— ¿quedó claro?

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2022 ⏰

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𝗔 𝗠𝗜𝗦 𝗢𝗝𝗢𝗦 ;; chat noir - a. agresteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora