Un miércoles común y corriente, a final de semestre, el invierno comenzaba a enfriar los dormitorios del campus y con ello a Kendall, quien no lograba calentarse con sus dos cobijas, más el hecho de que su mente daba vueltas sin parar, no podía dejar de pensar en ella, su compañera de cuarto. A mediodía muy apenas se saludaron, ella estaba algo atareada por lo que pasó directo a su cuerto.
La actitud de su compañera había cambiado drásticamente desde hace unos días y eso la mantenía inquieta, dudosa e incluso, ansiosa.
No iba poder conciliar el sueño pronto, eso era un hecho. Le dio otra vuelta a sus pensamientos y nuevas preguntas surgían:
"¿Qué habré hecho para que tuviera esa actitud conmigo? ¿Sólo será conmigo?" ¿Estará molesta?" "¿Por qué lo estaría?".La morena respiró hondo y exhaló dejando ir toda inquietud, tomó un bocado de valentía levandose de su cama para dirigirse a su dormitorio.
Una vez estando frente a la puerta, tocó dos veces, más no hubo respuesta. "Tal vez este dormida" pensó. Tocó otra vez y tampoco hubo respuesta, tomó la iniciativa de entrar, para su sorpresa el cuarto se encontraba sólo.
Kendall de inmediato se pusó sus pantuflas y una chamarra de su facultad. Se cercioro de cerrar bien y salió a buscarla.
Luchaba contra el viento que golpeba contra su rostro y de no encontrarse a algún guardia.
No tenía sentido llamarle, pues su celular lo dejó en su habitación.
Los pasillos estaban vacíos y los campos igual, no había rastro de algun ser humano en el jardín principal, ni en el segundo.
Se tomó un momento para respirar, sabía que la universidad es enorme pero también tenía la certeza de que no estaba fuera de ella. En ese momento recordó alguna de sus pláticas cuando le dijo: "me gusta más este jardín, la gente que quiere ser vista está en el primer jardín, en cambio, aquí es un lugar seguro para los introvertidos"
-¡Claro! Estoy en el jardín equivocado.- extresó, para si misma.Caminó de prisa, ya que tenia que cruzar un edificio. Con la ayuda de la lámpara de su celular y las ganas de querer encontrarla fue cuando se encontró frente a una silueta sentada con una cobija encima.
Caminó hacía ella, segura de que sabía quién era.
-¿Podemos compartir tú cobija?.- le dijo la morena sentándose a su lado.
-Con gusto.- dijo la ojiverde. Ahora estaban más juntas, Bella entrelazó sus manos y Kendall le dió un beso en su hombro y recargó su cabeza en este.
-No me di cuenta cuando saliste.- le dijo la morena.
-trate de ser lo más sigilosa posible y... sólo quería despejarme.- contestó la ojiverde mirando algún punto de jardín.
-¿Día pesado?.-
-si, tuve un par exámenes y...-miró dudosa sus manos entrelazadas.
-¿Y?.- preguntó Kendall recuperando su postura para verla mejor.-
-Tengo miedo.- Contestó Bella sin levantar la mirada.
-¿De qué?
-De nosotras...- tomó un respiró, Kendall no la interrumpió para que siguiera hablando.-En está última década de mi vida he creado una máscara o una barrera para no estar en un estado de vulnerabilidad, pero cuando te conocí, sentí que ya no tenía opción, ya estaba a tus pies cuando entraste por primera vez diciendo que serías mi compañera de cuarto y hace 5 meses que declaré mi amor hacia a ti, ha sido lo mejor que me ha pasado, jamás me cansaré de besarte, abrazarte, de amarte, pero luego llega la incertidumbre de que algún día pueda hacer algo mal y todo cambie.- Bella suspiró y levantó la mirada hacía su novia.- No quiero perderte Kendall.-
-No hay a que temer, estoy a aquí para ti.- afirmó Kendall, acariciando los nudillos de las manos blancas, frías y pálidas de su novia.
-si, si, ¿pero y si luego no?, te amo sin medida, jamás había sentido tanto y jamás creí que podría dar tanto, siento que podría explotar de amor o miedo a caer desde lo más alto...- Bella volvió a bajar la mirada, odiaba sentirse así, vulnerable, como si estuviera desnuda frente a una audiencia. Kendall levantó su rostro con delicadeza para que la mirara.
La morena se permitió ver sus ojos verdes o aveces azules, pero siempre hermosos. Pero esa noche bajo la luz de la luna, lucían más oscuros, su pupila estaba dilatada y en ellos podía ver el miedo y la incertidumbre que la atemorizaban esta noche.-Escuchame, das mucho porque eres mucho.- se miraron con cariño y Bella por fin le sonrió.- después nos podemos preocupar por el futuro, pero por el momento puedes tener la certeza de que estoy aquí y no me iré.- Kendall se acercó para darle un pico en los labios fríos de Bella.- No te vas a desaser tan fácil de mí.- volvió a darle otro pico.- lo importante es que en este momento estamos juntas, me tienes y te tengo, no necesito nada más, sólo a ti.- la morena la volvió a besar, pero está vez lo hizo con ternura y cariño.-
-Te amo mucho, como no tienes idea.- confesó Bella, tomando la mano de Kendall para besar sus nudillos con ternura.
-Yo también te amo mucho.- confesó igual la morena.- esperaba que tal vez pudiéramos dormir juntas, mi cuarto está muy frío sin ti.-
- invitación aceptada, vamos, me estoy congelando- ambas se levantaron y volvieron a entrelazar sus manos para tomar camino hacía el edificio en donde se encontraba sus habitaciones.
-Gracias por contarme tu sentir, estaba preocupada.- le dijo la morena.
-Gracias por escucharme y perdón por eso, dialogar lo que sentimos aveces es algo incómodo, sobre todo cuando lo dices en voz alta.- explicó Bella.
-Aaagg lo entiendo.- dijo Kendall haciendo una mueca que hizo reír a Bella.- ¿Ya te había dicho que te amo?.-
-mmm... creo que no.- respondió Bella bromeando.
-pues te amo mucho.- dijo Kendall feliz
-yo te amo más.-
-no, no, yo más.- dijo la morena besando la mejilla de su novia.
Entre risas y caricias, pasaron otra noche más con la certeza de que se aman, que se tienen la una a la otra, que no les gustaría estar en otro lugar que no fuera entre sus brazos, sus caricias y sus pies fríos.
Bella recorría cada centímetro de la piel de Kendall con su manos, le gustaba saber que la tenía y que la mujer más hermosa que jamás había conocido estaba entre sus brazos, que no era un sueño, que si existía, que si existían y que si era posible dar todo el amor que jamás creyó poder dar.
La amaba sin medida, amaba sus ojos chocolatosos que la miraban con cariño, ternura y aveces excitados, amaba sus labios que la besaba apasionadamente, sus manos y todo, absolutamente todo.Una risita ronca interrumpió los pensamientos de Bella y ella giró su rostro para mirarla. Una sonrisa dulce y amorosa estaba dibujada en su labios. Lucia tan hermosa como siempre, pero más feliz que nunca. Vivía por esa sonrisa, vivía por esa mirada llena de anhelo y emoción. Vivía gracias a la chica entre sus brazos, sin duda... Encontró su lugar en el mundo a su lado.
FIN
-N/A-
Hice este one-shot en memoria al ship muerto de Kendall y Bella jajajajaEspero que se encuentren muy bien, muchas gracias por leer. TQM
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Scary Love. (Kella- One Shot)
RomanceEl amor ahuyenta al miedo y recíprocamente, el miedo ahuyenta el amor. No quiero que la estrella que ha decidido iluminarme, un día se termine marchando. -Manuel Ignacio