Luego de haber hablado con sus padres sobre su mala calificación y estos le dejaron claro que jamás los decepcionaría por una sola mala calificación. La cual no era nada comparado a sus promedios durante todo ese tiempo. Pero que si realmente no quería decepcionarlos, que se encargara de subir su calificación. Eso cayó como miles de enormes rocas sobre su espalda, las cuales debía cargar y cumplir con lo pedido para poder soltarlas.
Si mejor amigo se encargó de apoyarlo y ayudarlo en todo. Le ayudaría a hablar con la directora para solucionar esto y de pedirle a sus compañeros que estuvieran como testigo de las espantosas palabras de su profesor.
Es realmente injusto que le bajará una calificación por el simple hecho de usar la ropa que quiere y tener una orientación sexual diferente. Ridículo es ese profesor.
Ahora caminaba casualmente por la escuela junto a Lee, quien tenía un brazo sobre sus hombros. Iban tonteando, hablando y riendo, disfrutando de su hora libre, cuando Ittay sintió que lo pechaban por detrás. Frente a él apareció Matteo, quien en esos últimos días comenzó a darle otro tipo de insultos que le dolerían si no fueran provenientes de ese chico.
— Hola, mariquita.—
— ¿Por qué tanta obsesión con mi sexualidad? ¿Buscas novio, acaso?—
— ¿Cómo te diste cuenta? Ven aquí.— Y lo arrinconó a la pared, tomó su cintura y lo besó.
Ittay quedó paralizado por unos segundos, aunque no tardó en seguir el beso. ¿Por qué se lo siguió? ¿Por qué no lo está golpeando? ¿Por qué no le desagrada? ¿Por qué mierda le encanta?
La calidez de la boca del pelinegro es simplemente... Maravillosa. Mueve su lengua de forma demandante contra la suya, pero al mismo tiempo era suave, al igual que sus labios. Jamás pensó que esos gruesos labios se sentirían tan bien. Realmente le fascina, no quiere que se separe, no quiere separarse, quiere besarlo por el resto de su vida.
Pero no, no le gusta Matteo, Sólo le gusta su boca.
Se separó raspando con sus dientes el labio inferior del más bajo y rió alejándose.
Se quedó estático en su lugar y fue Lee quien tuvo que bajarlo a tierra.
— Te lo dije, está muerto por ti.—
— Y-yo...— No pudo terminar de hablar, ya que nada se le ocurrió.
— Y tú estás muerto por él, lo sé, cariño.— Dijo sonriente y nuevamente con un brazo sobre sus hombros, fueron hacia el jardín.
A la hora de la salida Ittay fue directamente hacia donde Matteo estacionaba su motocicleta. Antes de que pudiera ponerse el casco lo tomó por su chaqueta y lo enfrentó.
— Hey, ¿Te quedaste con ganas de más, cariño?—
— ¿Por qué lo hiciste?—
— Porque me encanta molestarte, aunque creo que me salió mal.—
— ¿Te gusto?— Matteo se acercó hasta quedar a pocos centímetros de su cara.
— No. Pero te encantaría que así fuera. Y escucha muy bien, te odio, te detesto como no tienes una puta idea.— Se puso su casco, subió a su moto y se fue.
— Maldito bipolar de mierda.—
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Mirame A Los Ojos. Dime Que Me Odias. [Angelita Rainbow]
Romance- ¿Me odias?- - Te detesto.- - Dímelo mirando mis ojos.- - Si te miro a los ojos querré besarte, por eso te odio.