-¡Mikasa ya baja a por tu desayuno, se te va a hacer tarde en tu primer día de clases! -Gritó la Sra. Ackerman desde el comedor a la habitación de su hija.
-¡Ahí voy! Me estoy cambiando, ahora bajo -Gritó una joven azabache de ojos grises desde su habitación.
Hemos regresado a Japón hace no muy poco ya que la empresa donde trabajaba mi padre decidió trasladarlo de vuelta a nuestro país natal y nos llevó consigo a mi madre y a mi. Cuando tenía tan solo 6 años de edad, junto con mi familia nos mudamos a Seúl en Corea del Sur, dejando todo atrás. Pero debido a la nueva oferta laboral que le dieron a mi padre tuvimos que regresar 9 años después, me sentó bien la noticia de que teníamos que volver a Japón ya que siempre quise conocer más a fondo mi país de origen y porque siempre he tenido solamente unos vagos recuerdos de cuando vivíamos allí.
Uno de los vagos recuerdos que tengo de cuando era una niña era que me solía juntar con otra niña de pelo color castaño con un apetito peculiar, ya que siempre la veía comiendo.
Lo común es que una o un adolescente de mi edad no se tome bien la noticia de que se tiene que mudar a otro país y dejar atrás sus amistades, pero ese no era mi caso ya que nunca he sido una persona de muchos amigos, pero a decir verdad no me considero una persona que no le guste socializar, que no le gusta tener amigos o no pertenecer a un círculo social, solamente que en Seúl nunca sentí que conecté con los demás chicos y chicas. Y ahora que estamos de vuelta en Japón me encuentro demasiado nerviosa y asustada por comenzar una nueva vida aquí, espero que esta vez pueda conectar con las demás personas.
Cuando llegamos aquí una de las cosas que mis padres le tomaron más importancia fueron mis estudios ya que llegamos en pleno año escolar, por lo que se dispusieron a buscar lo más rápido una buena escuela a la que podía asistir. Y al final se decidieron por la escuela de Shiganshina por 2 motivos: Tenía buenas referencias de los egresados y de los profesores, y el otro motivo fue porque un amigo de mi padre, el señor ¿Kirten? (creo que así se llamaba) les recomendó la escuela ya que su hijo asistía a ésta.
-¡Mikasa! -Gritó la Sra. Ackerman de nuevo, sacando de sus pensamientos a la joven de ojos grises.
-Ya bajará, tranquila. Todavía tiene tiempo, sus clases comienzan a las 8:00. No tienes que gritar tan fuerte, estoy tratando de trabajar -Habló el Sr. Ackerman mientras estaba con su laptop.
Tras haberme puesto mi uniforme para ir a mi nueva escuela bajé las escaleras, saludé a mis padres y me dispuse a tomar mi desayuno.
-Buenos días -Dijo la joven azabache sentándose al lado de sus padres.
-Buenos días -Dijo el Sr. Ackerman sin despegar su mirada del monitor.
-Buenos días hija, lista para tu primer día en la escuela Shiganshina? -Dijo la azabache mayor.
-Se podría decir que sí -Dijo Mikasa tras haberle dado un mordisco al pan que le habían preparado sus padres.
-¿Tu primo Levi te dio las direcciones para llegar a la escuela? -Dijo el Ackerman mientras contestaba un correo.
-Sí lo hizo, pero a su manera...-Dijo la azabache al recordar aquel día que fue a visitar su primo.
-Entonces todo irá de maravilla -Dijo la Sra. Ackerman.
Al ver que el reloj marcaba las 7:45, terminé lo más rápido que pude mi desayuno, dejé mi plato y mi vaso en la fregadera, fui a lavarme los dientes, me despedí de mis padres y salí a toda velocidad de mi casa con mi bicicleta con dirección a la escuela Shiganshina. Esto no era común de mi, salir de mi casa preocupada con llegar tarde a la escuela? En Seúl siempre era una de las primeras en llegar. Pero bueno, aunque el odioso de Levi me haya dado las direcciones que debía tomar para llegar a la escuela, diciéndome mocosa todo el tiempo, me fueron de gran ayuda.
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SafePlace
FanfictionEren Jeager y Mikasa Ackerman son 2 adolescentes que siempre han estado solos, nunca han experimentado el amor y sufren de los mismos problemas, sus padres no están tan presentes en sus vidas y sienten como éstos los hacen a un lado a cada uno. Un d...