La Chica de Ojos Grises

65 11 0
                                        

-¿Nos escuchaste Eren? -Preguntó Carla Jaeger.

-¿Eren? -Preguntó Grisha Jaeger.

-¿Ah? Perdón, creo que escuché mal. -Finalmente contestó el joven castaño de ojos verdes.

-Tú padre y yo te dijimos que nos mudaremos a Japón la semana entrante. -Dijo la mamá del joven.

-¿A Japón?. -Preguntó atónito el joven Jaeger- Pero, ¿Perdón? ¿Así cómo si nada? ¿Y qué se supo-

No pude terminar de hablar ya que a mi papá no le pudo importar menos la situación en la que me encontraba y se fue a contestar una llamada, pero ya no esperaba menos, siempre era lo mismo y ya estaba un poco acostumbrado.

-Eren, escúchame. Hace unos 4 meses en el hospital donde trabaja tu papá le recomendaron que lo mejor para él era que vaya a Japón, porque ahí había una oferta laboral increíble, ya que un colega suyo habló bien de él y les dio sus referencias en un muy buen hospital.

-Entonces, ¿Así cómo si nada nos iremos? ¿Y qué hay de Zeke? -Preguntó Eren con un vacío emocional gigante.

-No fue una decisión fácil de tomar. Al principio no estaba muy de acuerdo con eso, pero al final me di cuenta que era lo mejor para tu padre y para nosotros. Y en Japón yo también tendré un mejor trabajo del que tengo aquí. Y con respecto a tu hermano, él se quedará aquí en Alemania, con su madre, terminando sus prácticas al igual que tu padre cuando tenía su edad, después de todo Zeke también aspira a convertirse en un gran médico como tu padre. -Dijo Carla

No podía decir ni una palabra, simplemente no podía.

-Sé que va a ser difícil para ti que nos vayamos de aquí, pero te aseguro que en Japón todo nos irá de maravilla, ¿si?. -Dijo la madre del joven.

Cuando estaba a punto de decir algo, apenas abrí mi boca para pronunciar algo, llamaron a mi madre de su trabajo y se tuvo que ir a revisar su computadora.

-Demonios, no sé qué haré ahora. -Dijo finalmente Eren con impotencia.

No sabía qué hacer, toda mi vida la había vivido aquí en Alemania. Pero la verdadera razón por la que no podía asimilar la noticia de que me iba a mudar a Japón era porque toda mi vida me he sentido solo al lado de mis padres, siempre me han hecho a un lado, preocupándose más por sus trabajos que por mi, y a veces siento que no me brindan su apoyo.

Pero esa no es la razón como tal, en mis 16 años de edad nunca me he caracterizado por ser una persona de amigos, pero no porque yo no haya querido sino porque nunca encajé o nunca les caí bien a los demás chicos. A excepción de una persona, la cual ha sido y es mi mejor amigo de toda la vida: Armin Arlert. Él era la verdadera razón por la cuál no me quería ir de Alemania, él siempre me ayudó a no sentirme solo brindándome su gran amistad y llenándome de su gran optimismo que lo caracteriza. Pero ahora sabiendo que me mudaría a Japón, nunca más lo vería en persona y sinceramente esa idea me aterrorizaba demasiado. Antes por lo menos tenía a Armin como la única persona que me brindaba su compañía, que no me hacía sentir solo y que me ayudaba con el tema de mis padres, pero ahora viendo que tendré que comenzar una nueva vida en Japón no tendré a nadie.

Después de la gran noticia que me dijeron mis padres, todo ese día estuve encerrado en mi habitación. Hasta que al día siguiente sabía que tenía que hablar con Armin y comentarle la situación y lo que iba a pasar. Y así llegó ese día, y sinceramente no estaba preparado para perder la amistad de un gran amigo como era Armin.

-¡Eren! -Dijo el rubio.

-Hola Armin... -Respondió Eren sin ningún ánimo.

-Estuviste desaparecido todo el día de ayer. Escúchame Eren, tengo algo que decirte... Espera, ¿Te encuentras bien? -Preguntó Armin con un poco de preocupación.

SafePlaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora