🦎 11 🦎

1.9K 177 55
                                    

Pov normal

Después de lo que dijo Bruno las cosas parecían calmarse, la noche se sentia más tranquila y la vela... Bueno, la vela no cambio pero no le tomaron mucha importancia, ya que no la notaron, Bruno, Mirabel, Isabela y Camilo empezaban a dirigirse a la torre, pero Alma le pidió (por no decir ordenó) a Luisa que los detuviera, pues, con la vela en su poder, ellos tenían ventaja, ya que hasta que volviera a tener las decoraciones de mariposa, Julieta y Alma (las únicas que quedaban con puerta) tenían su magia debilitada

Luisa llegó rápido hacia ellos gracias a Casita, intento quitarle la vela a Mirabel pero fracaso en el intento cuando Isabela la amarro con lianas y Camilo la empujó para que cayera de la segunda planta, aunque Casita protegió a Luisa de la caída

Pepa y Julieta no decían nada, ni siquiera Alma lograba encontrar la forma de calmar el pánico que todos sentían pero callaban, hace años la familia se había dividido, pero fue en ese momento dónde esa división fue visible para todos

*En la torre de Bruno*

Mirabel: huh, al fin se cambió la vela

Bruno: no te recomiendo que lo tomes como algo bueno Mira', si la vela volvió a estar así entonces la magia de Julieta y Alma ya no está debilitada

Isabela: y ahora que? Ya nos descubrieron

Camilo: te doy $10 si intentan destruir nuestras puertas

Isabela: jajaja quiero ver qué lo intenten

Irónicamente, nadie intento destruir la puerta de ninguno de ellos, estaban demasiado pasmados con lo que vieron

*Al día siguiente*

Alma estaba en su habitación sin entender que era lo que pasaba, ¿Cómo cambio así la vela? ¿Por qué intentaban siempre destruir su hogar? Esas y más preguntas rondaban por su cabeza, pero cuando entro Bruno no tuvo tiempo de pensar demasiado

Bruno: que tal?

Alma: que es lo que quieres? Nunca haces suficiente daño o que?

Bruno: quiero entrar aquí y no, nunca basta al parecer

Alma: ahora que haces aquí?

Bruno: vine a hablar contigo Alma ¿Está mal querer estar un rato con mi madre?

Alma: yo no soy tu madre y tu para mí no eres mi hijo, que te quede claro

Bruno: Ok, lo haremos rápido entonces

En menos de lo que ella esperaba ya se encontraba arrinconada y parecía que su único refugio era su cama, Bruno aún tenía en mano ese cuchillo con el cual le hizo un corta anteriormente para evitar que se moviera, Alma creía que ese era su fin, pero esos no eran los planes de su hijo, no aún al menos, quería que viera todo lo que va a pasar con el pueblo, la casa y la familia, pero estando muerta no podría ver su cara así que procuraba mantenerla viva

Bruno: sabes? Nunca tuvimos una mala intención al romper esas puertas, de hecho era todo lo contrario

Alma: están despedazando a esta familia! Quitandonos los dones jamás volveríamos a ser iguales, arruinaron nuestras vidas

Bruno: en serio? Dolores no ha tenido esos que modular su voz porque ya no puede lastimarse, Luisa descansa más seguido porque ya no tiene esa fuerza de la cual el pueblo dependía, Pepa puede expresarse sin miedo a enviar un huracán, Antonio no tendrá nada que explotar con tareas tediosas y cansadas, ¿Comprendes lo que te digo? Estar sin sus dones, te guste o no, es mejor para ellos

Alma: no, y no dejaré que rompan la puerta de Julieta

Bruno: es gracioso que lo digas porque, ya lo estamos haciendo, ah y no te preocupes por abrir tu puerta, la bloqueé cuando entre, quiero que pienses bien en este número Alma, 12, eso es el tiempo que te queda, aprovéchalo bien o tal vez te quede mucho menos tiempo

Encanto | Villian AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora