Día #27: Confesión

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Pov. Craig.

"Lo bueno no dura para siempre" era lo único que pensaba mientras miraba mis antiguas fotos de primaria tomadas por una cámara instantánea.

La época en la que mi única preocupación era ver mi programa favorito, evitar ser enviado a la dirección por mal comportamiento (cosa que era muy difícil lidiando con idiotas que solo te hablan para pedirte dinero a diario), cuidar a Stripe y asegurarme que Tweek no entre en pánico por un suspiro Twitt del presidente.

- Si... buenos tiempos- dije con sarcasmo para mi mismo, en verdad tenia más aventuras en primaria que ahora que era un adolescente de 16 años.

Pero las cosas cambiaron, crecimos y con nosotros crecieron las responsabilidades, especialmente hacia Tweek, quien ya trabajaba arduamente de lunes a domingo en la cafetería desde los 15 años.

Cielos, comenzamos una relación gracias a la presión social, pero nos la llevamos bastante bien, era cómodo hablar con él, tomar sus manos pálidas y cálidas, escuchar su risa y ánimos, mierda, éramos unos niños y estando con él incluso olvidaba el hecho de que éramos dos chicos en una relación forzada.

Pero... nunca hubo una confesión de por medio, ni un "te quiero" mucho menos un "te amo" se que las acciones cuentas mucho más que las palabras, pero no todo se puede decir en un apretón de manos.

Gracias a todo eso fue que comenzamos a distanciarnos, la relación de "manita sudada" se acabó una vez entramos a la secundaria, y antes de darnos cuenta, dejamos de tomar nuestras manos, nos hablábamos, interactuabamos, bromeabamos y nos presentábamos como amigos, fue un proceso... realmente silencioso, incluso sentía que tal vez nunca fuimos una pareja, solo buenos amigos que jugaban a ser Gays.

Pero, aún que me dijera eso a mi mismo una y otra vez, no me lo creía, por que para mi no era verdad, yo... en verdad sentía algo por Tweek, algo que hasta la fecha sigo sintiendo.

"Me gusta Tweek"

Era lo único que podía pensar desde tercer año de secundaria, cuando lo nuestro era más que evidente que había terminado y la fiebre de las asiáticas hacia nuestra relación se enfrió a grados bajo cero.

Mis manos se detuvieron en las fotos que alguna vez me tomé con Tweek, tal vez siempre lo quise, lo que inició como un amor inocente se convirtió en algo más después de ya no poder tomar su mano con libertad como solíamos hacer.

- Maldición... ¿que hago Stripe?- le pregunte a mi cobaya, este estaba sentado y comiendo en mi escritorio- se giro para verme después de que le había llamado- yo... realmente me gusta Tweek, pero ¿debería decirle? En dos años más iremos a la universidad y se acabó, no más salidas con amigos, no más tiempo libre que desperdiciar, eh intentado hablar con el al respecto toda la semana pero todo a fallado...- hablaba en voz alta recordando cada momento arruinado.

El lunes en el baño, Dios, no se por que lo seguí al baño, en el momento que el abrió su bragueta para orinar sabía que definitivamente ese no era el lugar ni el momento para hablarle de mis sentimientos, por lo que me encerré en un cubículo del baño el resto del receso, eso si fue idiota.

El Martes intente hablar con él en la cafetería, le dije que nos sentaramos en la mesa más lejana de los demás, comenzamos a hablar de cosas triviales encaminando poco a poco la conversación hacia el tema que quería tocar pero fui interrumpido por Clyde quien llegó de imprevisto rogandome que le pasara la tarea de la última clase pero al negarme se la pidió a Tweek, quien acepto y se levantó de la mesa para ir a su casillero por ella, con la mirada maldecía a Clyde por arruinar el momento, en especial por que no se fue y se quedó con nosotros, que fastidio.

Creektober (31 días de Creek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora