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8/12/21 Tunuyán, Mendoza

De: Anónimo

Querida sirena, te envió nuevamente una carta para dejar en claro todos mis sentimientos, otra vez, y cerrar ciclos.

No me arrepiento ni un segundo de escribirte esta carta y anteriormente la otra ¿Cómo podría arrepentirme de dejar en claro lo que siento?

No me importaron, ni me importaran las burlas de nadie. Aunque de lo único que me puedo arrepentir es de no decirte quien soy, de generarte preguntas y dejar tu profunda mente confusa.

Se sintió horrible ver como creías que era otra persona quien te había enviado la carta, tenía ganas de quitarme la máscara y gritarte ahí mismo que fui yo, yo fui.

Es degradante saber que lo único que sabe quién te escribió esa carta soy yo, el aire, las paredes, el piso, el techo, el papel y las flores. (junto con la impresora obviamente)

En la otra carta fui demasiado directo con mis sentimientos. Pero ver tu cara convertida en un poema de Luis Borges lo valió todo.

Sentir que por un mínimo momento dudabas de mí era fantástico, desearía que hubieras descubierto quien soy. Pero lastimosamente creo que no lo lograrás.

Hoy, la lluvia remoja mis lágrimas y mi profundo corazón. Que desgracia que un simple juego de niños terminara en un abismo de sentimientos. En dos almas curiosas por respuestas, una queriendo saber ¿Qué sentirá la otra sobre ella?, y la otra queriendo saber ¿Quién es ella?

La luna se ríe a carcajadas de nosotros dos, sabiendo que estuvimos tan pero tan cerca, pero a la vez ocultos uno del otro. Uno de los pocos consuelos que me quedan, es saber que el valor incoherente que reuní para estas cartas no fue en vano, ya que por tu sonrisa de menguante lo haría una y mil veces más.

Mis sentimientos cada día florecen más por ti, son tan profundos como el mar y altos como el cielo, no me arrepentiré nunca de amarte y te esperare, si descubres quien soy.

Hoy el cielo se desgarra a lágrimas de agua dulce al saber que esta carta es una despedida ¿Las despedidas siempre duelen? No, a mí solo me duele despedirme de ti, del posible nosotros y de nuestros días juntos.

La lluvia llora por nosotros, pero no el "nosotros" que yo quisiera, el cielo cae a pedazos y genera un silencio inexistente cuando pelea con la tierra. Mientras que mi corazón perdido y aterrado en el mar de sentimientos que desbordaste, desea solo una misera cosa, saber nadar.

Ya con el calor de nuestra estrella y el 25 a la vuelta de la esquina, me gustaría pedir un deseo adelantado de navidad, a ti, o talvez a un nosotros que sí deseo, o simplemente que descubras quien soy. Solo espero no estar en la lista negra.

Como es costumbre ya, aquí están las pistas:

Tengo un lunar en la mano izquierda.

mis ojos son marrones.

Mi piel es clara.

La secundaria a la que iré es el normal.

Tengo buena conducta.

PD: Supongo que sabes que viene aquí, una pista es mentira.

Llegó la hora del adiós, desearía con todas mis pestañas que solo fuera de esta carta y no uno para siempre. Ahora solo queda esperar a que mis lagrimas se agoten o que tú me descubras, pero por ahora adiós, y espero que sepas que te amo como solo yo sé hacerlo. 

carta número 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora