Capítulo 18: Pinky promesa

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La tarea que había encomendado a mi padre era complicada, los reporteros nos acosaban día a día, y si llegaban a ver a Shinso en mi casa iban a concluir conque éramos amigos, era peligroso que él quedara envuelto en todo este lio, aun así, no pude evitar realizar aquel pedido egoísta, ni anhelar verlo una vez más.

Ya habían pasado tres días desde aquel día, y faltaban dos más antes de que me mudara, la falta de tiempo complicó la tarea, pero, aun así, pese a todas las dificultades, y hoy era el día en que finalmente podría verlo.

Mi padre pudo contactarse y convencer a la persona ideal para el trabajo, un hombre que se dedicaba a un trabajo similar al de mi padre, un hombre con el quirk "camuflaje" con el cual era capaz de mimetizarse con el entorno a él y a lo que tocara, era perfecto para el trabajo.

—¿Va a funcionar? —pregunté a mi padre.

—Espero que así sea. Leo dijo que ya había llegado a la casa de Shinso, ya deben estar en camino, a estas horas de la noche no hay casi reporteros afuera, así que será más fácil hacerlos pasar sin que se den cuenta.

—¿Crees que no van a sospechar al ver la puerta tan abierta?

—Espero que no, de todas formas, los voy a distraer y si alguno intenta meterse a la casa tu madre va a estar ahí —miró su reloj y tomo aire—. Es hora se supone que Leo debería llegar a las 23:45, mantendré la puerta abierta para que entren, tu ve a tu cuarto a esperar, puede que algún periodista entre y sería malo si te viera —el plan podría tener sus fallas, pero por eso mismo debíamos ser precavidos.

—¿Estás seguro de que Leo-san ya está afuera? —preguntó mi mamá. Papá sonrió.

—Leo siempre llega puntual, confío en él —no dudó en ningún momento al pronunciar esas palabras, era imposible no creerle si lo decía con tanta certeza— Es hora. Natsumi, ve arriba y espera ¿okey? —asentí.

Sin decir nada más, comencé a subir las escaleras, estaba nerviosa y llena de dudas, mis piernas no podían evitar temblar, "¿y si no funciona?" Me preguntaba una y otra vez mientras que subía las escaleras, sintiendo mi corazón desbocado. Hoy sería la última vez.

Ingresé en mi habitación y me senté en el suelo, abrazando a mis rodillas, esperando. Los minutos comenzaron a parecer eternos, mi audición pareció volverse más aguda que antes, comenzaba a escuchar los latidos de mi corazón resonar en mis oídos, el sonido de la puerta principal siendo abierta se escuchó más claro que nunca, mis manos se movían involuntariamente hacia mi cabello, enrollando los cortos pechones de pelo una y otra vez mientras que mis ojos se clavaban en la puerta que daba entrada a mi habitación. Todo mi ser me pedía saciar mi curiosidad, moverme de mi lugar, abrir la puerta e ir a ver por mi misma el ingreso de mi amigo a mi hogar, más no podía apresurarme.

Más minutos pasaron, quizás 15, o quizás 20, no estaba segura. Escuché pasos en las escaleras y posteriormente la puerta principal cerrarse, mi mente comenzó a correr, "¿sería él?" "¿finalmente está aquí?" Escuché golpes en la puerta y me puse de pie rápidamente, llegando incluso a tambalear. Coloqué mi mano en la perilla, tomé aire y suspiré, intentando apaciguar mi corazón.

Abrí la puerta y finalmente quedamos frente a frente. Él estaba aquí.

—Ho... —ni siquiera lo dejé terminar aquella oración. Sin pensarlo siquiera dos veces me abalancé a su cuerpo, estrechándolo entre mis brazos con fuerza.

—¡Te extrañé! ¡Te extrañé mucho! —declaré, sintiendo que estaba a punto de llorar. El chico me correspondió aquel acto de afecto, acariciando mi cabello.

—Yo también —dijo con voz suave— Pero creo que sería mejor hablar adentro ¿no? —levanté la mirada y me separé lentamente de este.

—Claro, pasa —me hice a un lado para que este pudiera ingresar a la habitación y yo le seguí, cerrando la puerta y luego sentándome en la cama, acción que mi acompañante repitió.

I am not a villain  [ Shinso Hitoshi X Reader ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora