Kings And Queens||Kira×Diavolo.

El yerno.

- Mamá, papá, les tengo una noticia.- dijo la pelirrosa mientras se acercaba a ambos mayores de 60 años.

- ¿Que ocurre?- preguntó curiosa la ojiazul mientras acariciaba a Killer Queen II.

- Debe ser importante si viniste a visitar luego del trabajo.- comentó Diavolo dando un gruñido por el dolor en su espalda al sentarse en el sofá. Así mismo, estaba algo resentido por el paso del tiempo y el como ya su hija tenía 32 años y vivía lejos.

- La verdad, sí lo es...-hizo una pequeña pausa, sonriendo ampliamente y riendo un poco.- ¡Me voy a casar! -reveló al fin.

Yoshino y Diavolo fueron reacciones totalmente opuestas, por un lado: Yoshino sonrió un poco y estaba curiosa por saber quién era su novio y si se lo ocultó por mucho tiempo, y por otro lado: Diavolo estaba planeando un asesinato, ¿Cómo carajos que su hija ya creció, era una adulta independiente y se iba a casar?

-Oh, vaya. Esto es una sorpresa, jamás me dijiste que estabas con alguien...-Dijo con una leve sonrisa la mujer, a la par que miraba a la más joven que crió como su hija.

- ¡SOBRE MI CADÁVER!- gritó Diavolo, a lo que Yoshino lo golpeó, le jaló el cabello y le trenzó este.- Ouh...- se quejó confundido Doppio, antes de sacudirse y mirar al frente.- ¿Que...?

- Trish se va a casar.- informó la rubia.

- ¡Oh, en serio?! ¡Felicidades, cariño! ¿Quién es?- el pecoso se levantó rápido, acercándose lentamente y con los brazos abiertos a la joven para abrazarla.

- Gracias papá. Lo traje, les va a agradar mucho.- suspiró más tranquila, negando debido a la risa que le provocaba la técnica que había desarrollado su madrastra para calmar a su padre.

Luego del abrazo Doppio se sentó nuevamente a un lado de Yoshino, tomando la mano de esta antes de llamar a Epitaph III para que saltara a sus piernas y acariciar con la otra mano a este, todo mientras Trish iba a abrir la puerta para dejar pasar a su prometido y presentárselo a sus padres.

- Sabía que algún día esto pasaría, espero sea un buen tipo...
(Y MÁS LE VALE SERLO)

- Seguro que sí. Es decir, yo la crié para que tuviera estándares.- presumió entre risas, volteando pronto al escuchar pasos devuelta a la sala.

- Les presento a mi futuro esposo. - pronunció alegre la de ojos verdes, llegando tomada de la mano con un hombre algo más alto que ella, de tez bronceada y cabello oscuro bastante bien vestido.

- Es un gusto, señora, señor... Mi nombre es Guido Mista.- se presentó inclinándose un poco, puesto que ya conocía las costumbres de la madrastra de su prometida gracias a las historias de esta.

- Un gusto, Mista. ¿Cuánto tiempo llevan saliendo?- la rubia no se aguantó de preguntar rápido.

- Es todo un placer conocer a quien hace feliz a mi pequeña, e insisto en la pregunta, ¿Cuánto tiempo llevan juntos? Nunca nos habló de ti...- comentó Doppio sonriente.

En ese momento Mista sintió que sudaba frío, Trish también, entonces fue cuando se atrevió a hablar.

- 17 años...- tragó saliva.

- Oh, son novios desde adolescentes...- se puso algo seria la japonesa debido a la impresión. Se sentía algo traicionada por su hijastra al nunca contarle sobre su relación.

- Oh, vaya. ¿Cuántos años tienes, Mista?- preguntó el pecoso bastante curioso.

- Tengo 35...- respondió.

- MISTA, CORRE.- le gritó Trish, asustada.

- ¿Por q- no le dió tiempo a hablar pues recibió un puñetazo por parte de Diavolo.

Unos cálculos muy rápidos hicieron estallar la ira del pelirrosa más grande, y mientras Diavolo le caía a golpes al pobre de Mista, Trish trataba de separarlos y Yoshino no hizo más que quedarse viendo mientras acariciaba a los gatos.

- (ya no tengo energías para estos dramas, estoy vieja)- se dijo así misma acomodándose en el sofá.