7. Fiesta sorpresa.

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OLIVIA.

Y llego el esperado día de cumpleaños de mi madre fue un poco difícil que no de de cuenta de lo que teníamos planeado tanta era su curiosidad que le pregunto a los chicos quienes evitaron muy bien todas sus preguntas creo que no sabe nada de la sorpresa, todos nos encargamos de guardarlo muy bien.

Ahora nos encontramos decorando el patio de mi casa.

Decidimos que afuera sería mejor ahí cabemos todos.

—¿Crees que necesitemos más globos?

El patio nos estaba quedando muy bien los chicos se habían esmerado con la decoración.

—Yo lo veo bien.

Mi celular empezó a sonar en mis shorts.

—¿Hola? Si, ya voy.

Colgué y busque a alguien que no estuviera  ocupado.

Dylan estaba discutiendo con Christian quien estaba en una escalera intentenado colgar el cartel de feliz cumpleaños.

—Dylan necesito tu ayuda con algo.

Empece a caminar a la entrada.

—Voy—miro a Christian antes de seguirme—Christian sigue estando chueco.

Christian lo fulmino con la mirada.

—¡Dylan!

-Voy.

Empezó a seguirme.

—Ya llegaron los pasteles.

Abrí la puerta y me acerque a los encargados de traerme los pasteles.

—Buenas tardes.

—Buenas tardes Olivia ¿no?

—Si.

—Aquí tienes.

Me paso una caja con el pastel dentro y otra a Dylan.

—Gracias.

Entramos a la casa y fuimos a la cocina.

Coloque el pastel en el mesón y abrí la caja.

Había pedido un pastel de café ya que era su favorito y otro de chocolate.

Estaban decorados con flores y en ambos decía "Felicidades señora del drama" en letras manuscritas.

-Ella ama que le digas así.

Reí.

Ella odia que le digamos que es dramática.

—Lo va a amar.

Dejamos los pasteles en el refrigerador y volvimos al patio.

Los chicos ya habían terminado de decorar lo que faltaba.

El patio estaba decorado con luces blancas que en la noche se iba a apreciar mucho más y globos color morados que quedaban con las letras de feliz cumpleaños.

Me acerque a los chicos.

—Les quedo precioso.

—Ya lo sabemos.

Christian miro el patio.

—Lo que colgaste sigue estando chueco.

Me mordí los labios para evitar reirme de la cara de Christian.

(...)

Ya eran las siete de la noche y habían llegado algunos invitados.

Mis tías no habían podido evitar de preguntarme por los chicos.

Queridos ex'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora