Capítulo 2

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Su vida apestaba.

Al cuarto día, HoSeok ya no toleraba entrenar con TaeHyung —o a TaeHyung en sí— ni un solo segundo más. Ver su perfecto rostro dedicándole sonrisas divertidas, que lo venza en luchas cuerpo a cuerpo, que lo provoque con ese ridículo acento inglés sin parar... Estaba desesperado por algo de espacio del pelinegro cuanto antes. HoSeok era una masa llena de tensión últimamente y todo era culpa del maldito TaeHyung. El tipo era un verdadero peligro para su cordura, simplemente con esa actitud que parecía empujar todos sus botones incorrectos.

Literalmente, HoSeok en una de las pocas luchas que le ganó a TaeHyung, casi lo ahorca. Estaba seguro que si el entrenador no hubiera estado allí para intervenir, HoSeok asesinaba a TaeHyung con sus propias manos.

Todo se estaba saliendo de control y necesitaba cambiarlo urgentemente.

Estaba en eso.

—Por favor, EunMin, déjame hacer las prácticas con alguien más por unas horas —suplicó por segunda vez al hombre que se encargaba de manejar todos sus entrenamientos. Lee EunMin y él se llevaban bien, tal vez él podría...

—La comandante Moon dejó clara sus órdenes, HoSeok-ah. Lo siento, tengo mis manos atadas —dijo el hombre mayor, sin quitar la mirada de los dos novatos luchando frente a ellos. Y con eso eliminó todas las esperanzas de HoSeok—. Tienes buenos instintos pero te falta mejorar la defensa, Hyun. Vamos otra vez.

EunMin retomó su trabajo, volviendo a ignorarlo y poner toda su atención en los dos agentes practicantes. HoSeok maldijo para él mismo, quedándose quieto en su lugar y cruzando sus brazos tal cual niño pequeño haciendo un berrinche.

—¿Tratando de deshacerte de mí, cariño? —susurró TaeHyung al oído de HoSeok. El pelinegro se alejó y caminó alrededor de él con las manos detrás de la espalda de una forma relajada, como si fuera el dueño del lugar. Mantenimiento silencio unos momentos, lo estudió pies a cabeza descaradamente en el proceso—. Estás cansado de perder contra mí, ¿no es así? Deberías tomar más en cuenta mis consejos, creo yo, Agente Jung. Seré imbécil y todos esos adjetivos negativos que utilizas para referirte a mi persona, pero doy muy buenos consejos... Entre otras cosas varias.

Uno, dos, tres... HoSeok tomó una profunda respiración e ignoró a TaeHyung, caminando directamente a la colchoneta que les correspondía a ellos.

HoSeok a veces suponía que desde el primer momento en el que TaeHyung emitió una frase coherente, desarrolló la capacidad de soltar comentarios sarcásticos y de doble sentido con esa lengua afilada que poseía. Siempre debía tener la última palabra en todo. Lo conocía desde que el pelinegro tenía unos 20 años, cuando le asignaron su caso a HoSeok tiempo atrás, y nunca había cambiado su manía de ser terriblemente descarado. Y con el tiempo se ponía peor.

—¿No es vergonzoso para ti ser tan pequeño y ya tener un largo historial criminal? —siseó un HoSeok muy enfadado, moviéndose bruscamente en un intento de aflojar las cuerdas que lo tenían prisionero contra la silla de madera.

—Vergüenza me daría no poder cazar a un “pequeño” criminal solo y necesitar un equipo de 20 personas, y para colmo, fallar hasta de esa manera —le respondió TaeHyung como si nada, haciendo una mueca bastante parecido a una sonrisa—. Como sea, espero que a ti no te quiten del caso, eres bastante agradable a la vista. Adiós, Agente Bonito, tal vez la próxima vez tengas más suerte.

Y lo vio desaparecer con el bolso lleno de dinero por la ventana en la oscuridad de la noche.

Ese es el recuerdo de la primera vez que él y TaeHyung cruzaron palabras.

Perfectly wrong <VHope>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora