Perfectly wrong <VHope>

Capítulo 4

—Casi te reporto como fugitivo.

HoSeok se cruzó de brazos y apoyó su cadera izquierda contra el plástico separador de la cabina, estudiando el rostro concentrado de TaeHyung.

Por alguna razón que HoSeok desconocía (y no le interesaba), TaeHyung había salido temprano del hotel. Imagina la grata sopresa que se llevó al ver que TaeHyung no estaba en el hotel robando a ricos o en el piso de entrenamiento; su primer pensamiento fue que se había fugado. La parte terrible fue cuando un trabajador en el sector de Inteligencia le dijo a HoSeok que lo habían rastreado en un campo de tiro de mala muerte ubicado a unas cuantas manzanas del hotel.

Era parte del trabajo de HoSeok hacer de niñera de TaeHyung, así que ahora estaba aquí, averiguando por qué aquél mocoso no estaba haciendo la parte de su trabajo.

—Vine aquí porque estaba aburrido de estar encerrado en una habitación de hotel sin poder robar o hacer alguna cosa entretenida —se encogió de hombros—. Por cierto, de tantas fantasías que podrías tener en las que yo esté involucrado, justo la de desaparecer de tu vida no te la cumpliré con facilidad, muñeco —TaeHyung rió entre dientes, cargando balas al rifle que sostenía entre sus manos. HoSeok se percató de cuán ágiles eran sus grandes manos para cumplir aquella tarea y alzó una ceja, acordándose de algo.

¿Podría TaeHyung ser lento o malo en alguna tarea? Ya no le sorprendía demasiado la cantidad interminable de amantes de TaeHyung que había interrogado en el pasado para sacarles información, de los cuales solo obtuvo datos morbosos sobre su vida sexual que no le eran relevantes para la investigación en lo absoluto.

—¿Por qué estás aquí? Deberías estar aprendiendo tu cubierta en el hotel —dijo HoSeok, volviendo a la realidad. 

TaeHyung dió un paso para atrás y apoyó el largo rifle en uno de sus hombros, se quitó los lentes protectores y lo miró directamente a los ojos. HoSeok tragó saliva. Era injusto que este bastardo se viera tan bien en cualquier momento del día. Ni siquiera parecía haberle tomado demasiado tiempo lucir tan bien con su vestimenta básica negra de entrenamiento. ¿Y a quién le quedaba tan bien una vincha en su cabeza? Demasiado injusto. Sin ir más allá, apenas TaeHyung se movió, unas cuantas miradas disimuladas se posaron sobre él al instante. Este tipo era el centro de atención en cualquier lugar al que concurriera con su atractivo físico y aura imponente.

—Ya tengo todo preparado —contestó TaeHyung seriamente—. ¿Estás tú preparado para interpretar a un hombre homosexual? Esa es la verdadera cuestión aquí, Agente Jung.

HoSeok por primera vez desde que se conocern, soltó una pequeña carcajada divertida.

—Por favor, TaeHyung —dijo HoSeok, sacudiendo su cabeza—. Soy un agente encubierto hace demasiado tiempo, a lo largo de mi carrera aquí he tenido tantas cubiertas que ya no recuerdo ni una cuarta parte de ellas. Esta no es la primera vez, ni será la última en la que tenga que emular un personaje totalmente diferente de lo que soy personalmente. Durante una operación; nuestra vida; preferencias sexuales; cualquier gusto aleatorio personal, nada de eso importa porque no tienen nada de relevancia en nuestro trabajo, sobre todo si estamos en peligro inminente durante la misión. En Dubái, como tú dijiste hace no mucho, no tendremos un equipo que cubra nuestras espaldas por medidas de seguridad. Esto es más grande e importante que nosotros, así que claramente no hay lugar para gustos personales —explicó en voz baja HoSeok—. Aprendete lo que te corresponde y no nos jodas Kim, ¿bien? Esto no es uno de tus jueguitos ilícitos con tu pandilla.

TaeHyung alzó su mano libre en señal de rendición.

—Oye, no te alteres. Solo era una pregunta trivial para sacarte conversación.