Siempre hay una vez para todo y esta era la primera vez que al volver a casa después del festival, hubiera un incómodo silencio entre todos. Mi padre nos dijo a mi hermano y a mi que hablaramos. Nos guio hasta la sala del trono...
-Hijos míos, algún día cuando yo este anciano y muera, este castillo y este reino sera gobernado por uno de ustedes dos, Yami como hijo mayor ese sería tu derecho sin embargo, Yugi también el derecho es tuyo, puesto que para eso han recibido la educación y conocimientos para poder hacerlo... Pero para elegir a mi sucesor hare una pequeña competencia entre ustedes dos, mañana antes del medio día los quiero en el patio central con sus espadas de entrenamiento, se batiran en un duelo mañana.-
-Padre no es justo... Yo me la paso entrenando mientras ese vago pierde su tiempo con los cerdos y la gentuza del pueblo.-
-Ya veremos hermanito...-
Mi madre nos dijo que sin importar nada ella nos apoyaba a los dos.
Me desperte como otros días con los primeros rayos de sol, me vesti rápidamente y empaque un cambio de ropa, en un costal que había hecho una señora, especialmente para mi... Como otros días ayude a mi gente, y el tiempo paso volando, me di un baño en el río y fui al patio como había pedido mi padre. Ahi estaba el inútil de mi hermano, tan presumido como siempre, si perdia el derecho a ser sucesor de la corona, fácilmente podría encontrar empleo con mis amigos los aldeanos, igual seguiria siendo principe, pero para que quedarme a ver la cara de rata satisfecha de Yugi.
No me importaba perder o ganar eso me daba igual.
Antes de iniciar vi algo raro en la espada de mi hermano, cuando dio el primer tajo rompio mi espada, la espada era real, mi padre al ver que Yugi hizo trampa se puso enmedio de ambos para protegerme recibiendo una estocada en mi lugar.
El grito de terror de mi madre hizo eco en todo el castillo, Yugi al ver lo que había hecho se hecho a correr, estar con mi gente me habia preparado para saber actuar con diligencia, hasta que llegara el médico. La estocada no fue grabe pero si profunda, mi madre y yo lo cuidamos toda la noche. Al día siguiente Yugi entro al cuarto de mi padre, lo mire con odio, mi madre intento calmarme pero fue en vano. Me levante rápidamente pero mi padre me detuvo, tomando mis ropas con la poca fuerza que tenía.
-Con el sumo dolor de mi corazón, Yugi pierde desde este día... Hasta el final de los días, el derecho al trono, Yugi no sera más un Sunshine... Ya no eres el principe de Eclipse.-
Yugi se puso palido como un muerto.
-Papá, perdóname fue un accidente...-
-Yo quería que tuvieran un duelo... Para ver que tan capaces son de cuidar del reino, pero tu Yugi... Querías matar a tu hermano mayor, por un título que nunca te perteneció... Era una prueba... Y me fallaste a mi, a tu madre, a tu hermano y a tu gente... Esta ya no es tu casa, no eres un principe, no eres nada...-
Mi padre estaba muy débil, sin importar cuanto queria golpear a Yugi, me quede con mis padres.
Mi abuela fue a visitarnos unos días después, cuando supo lo de Yugi su mirada perdio brillo, esa cara de decepción nunca la voy a olvidar. Mi padre aun estaba convaleciente u débil pero no se rendía. Seguía luchando por seguir con vida, para animar las cosas, nos habia contado que en el pueblo de los Skystar, había una reina que creia mucho en el arte de la adivinación y que una de sus sacerdotisas le habia asegurado un casamiento con uno de los hijos del reino Eclipse.
Mi madre y mi abuela, pensaron que casar a Yugi con la hija de aquel reino podría asegurarle, no perder su linaje y enmendar el daño causado. Si se llegaba a casar con ella se hiria a vivir lejos, lo cual era lo que mi padre le había ordenado, hasta suerte tenia el desgraciado.
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El Reino del Eclipse
FanfictionMi nombre es Yami, que significa oscuridad mi hermano menor se llama Raito, yo le digo Yugi mi padre se llama Helios y mi madre se llama Selene. Mis padres son fanáticos de la predicciones, que pueden tener gracias a las estrellas, tanto es asi que...