Capítulo 9: La melancolía de la Gran Mosca

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Siempre sola y olvidada, ya no puedo percibir el tiempo como solía hacerlo, deje de contar con el paso de los siglos pues mientras pasaban los años la desesperación crecía en mi. Es irónico que al poder hacer lo que quiera en este lugar y haber llegado al punto del aburrimiento máximo, es decir, cuando has pasado tanto tiempo en el vacío logras comprender su esencia, con el paso del tiempo dediqué mis esfuerzos en lograr escapar para poder tomar venganza por aprisionarme y negarme mi derecho al trono del infierno.

Pero la magia usada para desterrarme y el precio pagado para hacerlo por algún motivo fue lo suficientemente fuerte como para impedir cualquier posible escape. Así que solo me resigné a esperar, esperar por algo, cualquier atisbo de comunicación con cualquier ser, sea demonio, mortal e incluso celestial. Pero mis esperanzas fueron en vano, nada llegó, nada me busco solo la infinita soledad y el vacío a mi alrededor.

Con el tiempo comencé a entender el vacío, es realmente simple, al ser enviada ya no estaba como tal "vacío", al usar mi magia para tratar de escapar, tras infinitos intentos, irónicamente el vacío comenzó a llenarse con mi magia. Cuando descansaba para restablecer mi energía podía seguir usando mi magia por mayor tiempo cada ves mas, hasta el punto de concentrarse tanto que lo que parecía ser una neblina morada invadía el vacío.

Podía controlarla, manipularla, haciendo que tomase la forma que quisiera, hacerla tan sólida como quisiera, con la densidad que deseara e inclusive con las propiedades que imaginase. Era momento de hacer algo para mantener mi mente ocupada, por lo que comencé un pequeño proyecto, construir mi propio castillo. Ya que era el único ser en ese lugar y poco a poco lo llenaba con mi poder, decidí que sería mi reino, un dominio que construiré con mis propias manos.

Una vez terminado el castillo proseguí con la decoración del interior del mismo, no sería el hogar de un monarca solo por verse imponente desde fuera ¿verdad?

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Una vez terminado el castillo proseguí con la decoración del interior del mismo, no sería el hogar de un monarca solo por verse imponente desde fuera ¿verdad?. Quizá el color no sea la mejor elección en cuanto a diseño de interiores, pero que se le va a hacer, al final logré que encajara a mi complacencia. Con todo lo que pueda requerir; una amplia cocina con sus utensilios para preparar las mejores comidas, una gran mesa para los invitados, una biblioteca, varias salas de baño, jardines, habitaciones para huéspedes, el calabozo, salas de tortura, la sala del trono, un gran puente elevadizo, las murallas y una fosa que rodee el castillo.

Resulta impresionante lo que uno puede hacer con aburrimiento y MUCHO tiempo libre. Pero la llegada de ese mortal fue lo más insólito que haya presenciado hasta el momento, solo despertando en mi muchas dudas; ¿Cómo logró llegar aquí? ¿Quién era él? ¿Por qué cargaba con la misma mirada que yo? Y ¿Cómo logró irse?.

Esas y muchas mas son las preguntas que quiero hacerle si es que vuelvo a verlo, aunque esta ves me presentare mejor, quizá algo que pueda encantarle tanto que quiera quedarse aquí.

Helltaker: Ni yo mismo se la respuesta de como es que logro llegar aquí

Beelzebub: Pero debe de haber un motivo ¿quizá una alta exposición a energía demoniaca? O tal vez algún encantamiento....prohibido.

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