𝗮𝗵𝗲𝗴𝗮𝗼 𝗯𝗼𝘆 ✧ minjin

O4

HyunJin no se puede negar a nada de lo que Minho le proponga, puesto que, él confía plenamente en su pareja, y no tiene duda que Min lo cuidará pase lo › que pase, hagan lo que hagan. Así que, para sorpresa de pocos, la oferta indecorosa antes dicha por el pelinegro fue consentida por el tierno chico de apariencia casta.

La gran pantalla de plasma que se situaba al frente del cómodo sofá estaba encendida, y conectada con la laptop del mayor. Lo que causó cierta impaciencia en Hwang. Porque él no era tonto, esos dos años de pareja con Minho le han enseñado muchas cosas del australiano, lo que significa que sabe perfectamente el significado de cada actitud de Lee.

A su alrededor se sentía la pesadez de sus acciones, además de, -sin poder evitarlo-una pequeña erección yacía en medio de sus suaves pantalones de algodón.

Minho irradiaba dominancia, esa era la razón de todo.

Mientras tanto, Minho se paseaba por la sala, tal como un tigre acechando a su presa, a la par que despojaba su camiseta en el proceso. Al captar los ojos de Hyun en su silueta le giñó un ojo con coquetería, además de una sonrisa ladeada como bonus.

Las piernas de HyunJin comenzaron a temblar en anticipación.

Minho nunca se sintió tan maravillado, como en ese momento.

Decidido a parar la tontería del hentai, Minho apagó a la tv, liberó la mandíbula de Hyunnie y le hizo gritar de sorpresa cuando volcó su cuerpo sobre el mullido sofá.

Entonces sus labios se encontraron, ansiosos por saborear la mojada lengua de su pareja. Y así lo hicieron, demostrando su deseo a través de mordidas de amor, chupones y lamidas.

Hyunjin se desesperó. No pudo evitar demostrarlo, por lo que su pie se vió sobre los jeans de Lee, justamente en el contorno de su pene. Él se desprendió de HyunJin, y gimió lleno de placer.

- Quítatelo, por favor -pidió, tratando de sonar sumiso. Si Minho estaba a cargo, él no podía obligar a nada.

Sin embargo, Min lo dejó pasar. Siendo muy sincera, ya el dolor se le hacía insoportable, pero, no podía dejar de darle prioridad a su HyunJin.

Hwang se sintió muy privilegiado al obtener la deliciosa vista del cuerpo bien estructurado de Lee Minho. Gimió sin poder evitarlo.

Los muslos del azabache se vieron atacados por las grandes manos de su novio, aplicando la presión perfecta para formar marcas. Minho atrajo al mejor a su regazo, y con el placer desbordándose por sus poros anunció:

- Cielo -el llamado dócil de Lee -aparte de su voz ronca-estimuló a sus sentidos de una forma impecable, induciendo que su piel se erizara sin su consentimiento. Asintió en respuesta- Antes de seguir, quiero saber si estás de acuerdo. Supongo que te has dado cuenta por qué camino va la situación, y puedo entender perfectamente si no estás cómodo o si no te sientes con ánimos de hacerlo. Eres mi novio, y tu bienestar, junto a tu comodidad es primordial para mí.

Las palabras de Minho eran como caricias para sus oídos, una eufonía placentera que te llevaba a delirar en una nube de algodón. Y siendo sincera, a HyunJin le excitaba a niveles catastróficos. Por lo que no contuvo el obsceno gimoteo emanado de sus belfos rosas

- Sólo hazlo, por favor. Quiero jugar con-contigo, quiero jugar con d-daddy-tartamudea, nervioso. -

Minho no tenía ni idea de dónde HyunJin sacó el motín, sin embargo, mentiría si dijera que no va consigo. Porque probablemente sea su placer culposo.

La única respuesta es que, HyunJin se encargó de investigar la mejor manera para motivar a Minho. Y que mejor manera que alimentar su fetiche de poder y sumisión.