Mientras escribo, mis pensamientos me llevan a mis pesadillas en las que un sonido inquietante me llama. Un sonido indescriptible; una voz desde el vacío. Las últimas semanas han sido horribles, con tantas noches en vela temiendo que se repitieran esos espantosos sueños.
Estoy decidido.
Mañana visitaré a mi médico con la esperanza de que me proporcione sedantes.