Memoria

CAPITULO-2

Marzo, 5, 2020 

-Remus- despertó Sirius a las ocho de la mañana, su marido ya se encontraba levantado y con la casa en marcha 

-¿Pasa algo amor?- comento el castaño que iba subiendo a la habitación donde se encontraba el moreno -Baja a desayunar, en un instante queda- 

-Es que...- quiso pensar un momentos las palabras ¿Qué quería decir? ¿Por qué todo parecía dar vueltas? -Quiero ir con Régulus, ¿puedo?- 

-Claro cariño, pero primero baja al desayuno por favor...- con un rápido movimiento de varita abrió las cortinas y bajo la ropa que tenía pendiente en el cesto para ir a la lavandería (bueno, iba quien les ayudaba a asear la casa 

El desayuno fue ameno, la única complicación fue que Sirius olvido donde se colocaban los vasos, por lo que Remus, en un acto de paciencia le recordó que era en la gaveta derecha, antes de las copas que se encontraban en la parte trasera. 

-Remus- estaba cansado que todo lo que debía hacer, su amor, el único que ha tenido fuera su salvación -Lobitooooo- llamo la atención cuando con su voz entonaba la nota perfecta 

Llego el ojiavellana pronto a la habitación, quedando frente a el 

-¿Pasa algo?- 

-Eres hermoso- realmente eso le vino a la mente cuando no recordaba que quería, pero volteando hacía su rincón del closet que poseían lo tomo en cuenta de nuevo  -¿Dónde esta mi túnica negra?- 

-En el closet de a lado, mi vida- no dio un paso, recordó las palabras del médico que los había atendido "Tiene Alzheimer de avance moderado, pero no le impide hacer las cosas". Vio como Sirius se le quedo viendo 

-¿Ya te dije que eres hermoso?- volvió a repetir con la toalla en la cintura, aunque su edad era de 60 años, como lo vanidoso que era un Black, hacía algunos tratamientos para parecer de 45 máximo 

-Siempre, nunca haz dejado de decírmelo- se acercaba a Sirius lentamente, el moreno coloco sus manos en las mejillas del apiñonado dando un beso lento, apasionado y cargado de sentimientos 

-Es lo único que jamás podré olvidar ¿Qué te pedí?- se interrogaba a sí mismo -La túnica en el closet de enfrente, ya no lo olvidare- con eso se giro y busco la de su elección, dejo a Remus terminar sus quehaceres (pocos en realidad, pero le encantaba hacerlos). 
Termino de vestirse elegantemente, se fue a la Red Flú que estaba en la chimenea del pasillo en la entrada de la casa y grito fuerte "Régulus Black". en un instante estaba dentro de aquella modesta casa, pero llena de sensaciones. 

-Tio Sirius- dio un gritito sobresaltada Molly Jr. Era una niña de cabellos negros y ojos azules, una combinación perfecta. A ella le gustaba hechizarse el rostro para aparentar pecas, la marca distintiva de los Weasley. -Mi papá esta en el estudio- señalo queriendo marcharse 

-Pequeña- llamo de nuevo, haciendo que la nombrada diera una vuelta sobre sus pies -¿Dónde esta el estudio?- pregunto apenado 

-Ya sabes tío, subiendo las escaleras primera puerta a la derecha- recordó dando un asentimiento y regresando metida en el libro que poseía en sus manos. 

Siguió las ordenes de la pequeña Black, llegando pronto al estudio de su hermano. Lo medito, realmente lo pensó fácil diez minutos, pero ¿Era un Gryffindor? ¿No?... "¿Cuál es la cualidad de los Gryffindor?" pensó triste Sirius 

-Sirius, hermano...- Se levanto el pequeño de los Black a saludar a su hermano, el favorito... -No te esperaba, pero pasa- señalo la silla que estaba desocupada frente a el