Wang Yibo nunca imaginó que su vida sería así. Cuando esta familia lo adoptó, parecía que las cosas marcharían bien, pero gradualmente conoció sus verdaderas caras. Yibo dará todo por su 'hermano mayor', pues sabe que él también lo haría por él, se...
Los ojos de Zhan estaban cristalizados, Yibo sostenía los resultados del test de embarazo en sus manos, leyéndolo una y otra vez, como queriendo cerciorarse de que la palabra 'positivo' realmente estaba escrita en la hoja.
''Está sucediendo...'' dijo Zhan con la voz entrecortada por la emoción, sus lágrimas comenzaron a caer.
''Sí... está sucediendo...'' Yibo miró con desbordada ternura a Zhan, inmediatamente después lo abrazó, lo besó en toda la cara, le tomó las manos y las apretó, le veía el vientre, se reía, lloraba al mismo tiempo... estaba completamente emocionado, igual que Zhan, solo que éste último se quedó quieto, sonriendo, con lágrimas saliendo de sus ojos.
La familia Xiao recibió la noticia, todos estaban muy felices por el acontecimiento y comenzaron a cuidar de Zhan como si fuese de cristal. Yibo lo malcriaba mucho más que antes, le cumplía todos sus antojos, cualquier cosa y a la hora que sea.
Yun, la madre de Xu Kai, solía visitarlo en el negocio, le traía comida y conversaba sobre tips de embarazo.
Apenas corría el primer trimestre, por lo que Zhan todavía es capaz de trabajar eficientemente en el negocio, salvo algunas veces que sentía un malestar y Yibo lo mandaba a la cama de inmediato a descansar. Por fortuna, su casa está sobre la floristería, lo cual ayudaba demasiado, pues Zhan podía ir a descansar ó comer alimentos caseros saludables a la hora que quisiera.
En el cuarto mes, Zhan y Yibo visitaron al médico que lleva el control del embarazo. La ecografía mostró que se trata de una niña, su salud es perfecta y crece con normalidad. La única preocupación por el momento es elegir un bonito nombre para la princesa.
Sheng mandaba regalos a cada rato. No eran necesarios, pero el hombre de todas maneras enviaba cosas que podrían servir para la recamara de su futura nieta. Hasta el momento, Sheng no había podido librarse de sus compromisos y no ha visto a Zhan en cinta, pero ya encontrará una oportunidad para visitar a su hijo.
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Yibo limpiaba la tienda mientras Zhan rociaba las plantas que se encontraban afuera para que se vieran frescas.
Zhan lucía radiante, usaba ropa cómoda y encima el delantal con el logotipo de su negocio. Su vientre ya se notaba abultado, no tanto para estorbarle, pero lo suficiente para que las personas se dieran cuenta de su estado.
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