Capítulo 2

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Ander (el de la foto es él)

Cuando lo vi entrar casi me sorprendo y todo.Era la segunda vez en mis 17 años de vida que veía a mi hermana babear así por un chico.

-Lin,despierta hermanita.-hablé con preocupación al verla mirando totalmente embobada apunto de desmayarse cuando el chico le sonrió.Yo solo me limité a suspirar y me giré a preguntarle a Axel si tenía un mínimo de idea de quien narices era el que tenía así a mi hermana.

-¿Ese?Ese es Tom Lust,el año pasado iba al B.

-¿Como no me había percatado de su existencia antes?

-El año pasado se veía horrible,este año la pubertad le ha dejado hecho un imán para chicas que literalmente casi vomitaban al pasar junto a él el año anterior.

-Bien,ahora dime,como es que incluso mi hermana, que solo ha sido capaz de desarrollar sentimientos por ti en sus 17 años sobre la faz de la tierra, está babeando por él al borde de llamar a una ambulancia.

-Bro te diría que amor es amor,pero no cuando se trata de ella.

-Entiendo...bueno ese tío no me da buena espina,así que ten por seguro que a Lindsey no se va a acercar.

-No es que me interese realmente,no soy un ex posesivo ni nada,pero si te importa a ti me importa a mi.

-Como se nota que soy grandioso eligiendo amistades-sonreí poniendo una mano en su hombro para luego girarme prestando atención al tutor.

Las horas pasaban,y ella seguía sin despegar la vista de él como si fueran amigos de la infancia.De hecho ninguna chica despegaba la vista de él y juraría que se iban a quedar bizcas porque tenían un ojo sobre mí y otro sobre el recién llegado Tom.

Todo estaba bien por el momento,hubiera seguido así de no ser porque mi maravilla de hermana se levantó a charlar con él marcando territorio frente a las chicas cuando era hora de irnos.

-Hermanita,el coche está fuera es hora de irnos o ya sabes que pasará...-presioné un bote de pastillas contra su espalda baja y no hicieron falta más palabras para que ella se fuera,no sin antes darle un trozo de papel con algo escrito a Lust.

Una vez en casa,estando ella en su cuarto la acorralé contra la pared.

-¿¡Sei idiota?!¡Lasciami sola!
(Eres idiota?!Déjame en paz!)

-Sabes perfectamente lo que haces cuando te acercas a él,al igual que sabes que no te conviene estar a su alrededor.

-Bueno y acaso a él le convendría estar a mi alrededor?Si me hace daño debería ser consciente de que a ese paso ya puede estar escribiendo el epitafio de su tumba.

-Nadie puede acercarse a ti sí no lo permitimos papá o yo.¿Capisci? (Entiendes?)

-Me tenéis harta con esas idioteces,es mi vida y yo debería decidir con quien la paso.

-Nosotros sabemos mejor lo que te conviene¿¡no entiendes?!

-No sabéis nada de mí branco di idioti.(hatajo de idiotas)

-Sólo queremos protegerte a ti y a los que nos rodean.

-Sí,protegerme,claro que sí-dijo ella con desdén-El día que protejais algo que no sea la supuestamente perfecta imagen de nuestra familia,entonces hablaremos de proteger-y con eso me sacó de su cuarto cerrando con pestillo.

-Stupida (estúpida).- con eso salí de casa yendo al entrenamiento de baloncesto.

-Creí que no llegarías hoy-fingió sorpresa Axel al verme.

-Cierra la boca,no ando de humor hoy.

-¿Te has peleado con Lin?

-No es capaz de comprender que ese chico le traerá muchos problemas-dije mientras lanzaba el balón a la canasta con rabia.

-Sigo sin comprenderte,pero en fin.

-Si tan sólo supieras lo que sé yo,créeme que me comprenderías mucho mio amico.(amigo mío)

Él solo se limitó a observar la puerta,
palideciendo al ver al pelirrojo entrando a la cancha.

-Oh merda...-se giró al ver como yo lanzaba el balón con odio dándole en la cara "accidentalmente".

Como comprenderéis,esto no le hizo mucha gracia a Lindsey,pero tampoco a mí me la hizo saber que ese bastardo pelirrojo tenía su número.De modo que hice lo que cualquier adolescente normal que ama.y cuida a su hermana haría.Hackear su número para bloquear el contacto con ella.

¿Le hizo gracia?A ninguno de los dos la verdad.Y mucha menos a mi padre,cosa de la que no tardé en enterarme al verla entrar con quemaduras en la espalda y marcas rojas en el rostro.

-Te dije que no lo hicieras.Diablos mio piccolo fiocco di neve (mi pequeño copo de nieve),¿Por qué nunca me escuchas cuando te digo algo?Sabes que solo lo hago por tu seguridad.-susurré cerrando la puerta y ofreciéndole un zumo de la mini nevera de mi cuarto.

-No puedes culpar mis sentimientos.

-Pues ya te estás desenamorando,ese chico solo te traerá problemas ya lo ves.

-No sé como sacas dieces en todo considerando que no sabes ni cómo funciona el amor.Será por eso que sigues virgen.

-Bueno entonces eso es algo que yo tengo y tú no tienes-sonreí con aire de superioridad
-yo tengo virginidad y tú no querida Lindsey.

-No sé si reír o tratar de darte en adopción.

Reímos ante eso,pero yo supe que por mucho que riéramos los problemas que se cernían sobre nosotros no se iban a solucionar.Lo supe nada más ver las gotas de sangre en su falda blanca.

Una sangre que casi habría preferido que fuera suya...


My sweet enemyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora