My sweet enemy

Capítulo 1

Lindsey(ella es la de la foto)

Me miré al espejo al despertar y sinceramente no sabía si me estresaban más el corsé o el pelo.Me giré al escuchar alguien llamando a la puerta de mi cuarto y fui a abrir.

-¿Qué quieres ahora Ander?-esta era como la quinta vez que entraba a mi cuarto hoy.
¿Lo malo? Lo malo es que apenas son las siete y media de la mañana

-¿Ya no puedo visitar a mi hermanita preciosa?Te ves increíble y deslumbrante.

-¿Cuánto dinero quieres ahora?-estaba claro que solo podía haber venido a por dinero tratándose de él

-Unos cincuenta dólares.-sonrió él.

-Bien pero primero mira a esa pared y dime que ves-señalé la pared detrás nuestro.

-No hay...nada...?-dijo él confuso por mi petición.

-Pues eso que ves es lo que te voy a dar sumado a una paliza por imbécil.-sonreí yo.

Él solo puso los ojos en blanco ajustándome el corsé,rendido ante mi inminente victoria.

-Sabes a la perfección para que quiero el dinero piccolo fiocco di neve-susurró él.

-Papá nos ha prohibido usarlo para esas cosas.¿Porque razón crees que tú dejaste de tener ingresos en tu cuenta bancaria?Él ya no se fía de ti después de lo que hiciste y sigues haciendo.

-No sé a qué te refieres con eso de "lo que sigo haciendo".

-¿Crees que soy tan stupida como para no saber lo que haces con el dinero que mamá y yo te prestamos?-reí-No cuela eso de que es para clase.De lo contrario yo también andaría pidiéndoles dinero a menudo.

-Necesitas esas botellas tanto como yo fiocco di neve.

-Hay más maneras de calmar un dolor, Ander.Pero prefieres ahogarte en drogas.

Ambos guardamos silencio mientras yo terminaba de vestirme para ir a clase.
Acabábamos de regresar del viaje a Miami que hicimos en verano con nuestros padres durante la mitad del verano y aún no me creía que las vacaciones hubieran terminado.

Salimos del coche nada más llegar ante la mirada del resto de nuestros compañeros de clase.La verdad es que ni mi hermano ni yo los soportamos pero es lo que hay,todo por mantener la imagen de la familia.

Sonreí al entrar en clase y me senté en mi sitio de siempre,allí donde ningún alumno cuerdo se sentaría: el asiento en primera fila.

Allí se sentaba la clase de persona que saca solo dieces en el boletín de notas,de modo que allí estábamos yo y Ander.Sentados en primera fila disfrutando de una preciosa calma hasta que ella se acercó a nosotros.

-Hola Andy,¿qué tal el verano?-sonrió la recién llegada.Maravillosa manera de joderme el primer día de clase.

-Bastante bien supongo-mi hermano habló con pesadez casi arrastrando las palabras.Ni él ni yo soportábamos a la gente o a las multitudes.Menos aún a las ocho de la mañana.Y menos aun si se trataba de Anne Delaware.

-Ouh se te ve cansado,debes de tener jet lag tras el viaje a Miami.Tranquilo,es bastante normal porque a mi me ha pasado tras mi viaje a Suiza de el verano pasado.

Ella no era precisamente la persona más agradable del mundo y a menudo se la pasaba rondando alrededor nuestro en busca de atención y popularidad.Estaba segura de que sólo con despistarme yo dos segundos,Anne ya estaría en los pantalones de mi hermano.Pues igual que todas.Aún me sorprende que mi hermano siga virgen.

Mi cabeza empezó a doler y supe con una sola mirada que la de mi hermano estaba a nada de explotar y me levanté de mi asiento poniéndome frente a Delaware.

-Oh hola Lin,no te había visto-sonrió ella.Claro que no me había visto porque para nada me siento en primera fila justo al lado de mi mellizo.Aunque no era de extrañar viendo como se traga con los ojos a Ander.

-Hola Annie-sonreí falsamente-Para mi desgracia yo a ti sí y pues mira te comento, a ver como para no herir tus sentimientos...(¿herir sus sentimientos?Claro me interesa mucho caerle bien) Ah claro,te iba a decir que no me interesa escucharte ahora mismo porque es muy temprano y Andy,como lamentablemente lo llamas,y yo necesitamos descansar de pesados como tú.

Le dí una sonrisa con sarcasmo ante su mirada enfurecida.

-Con tu permiso...-sonreí y me volví a sentar.

Este sería un largo año,no solo por Anne.
De hecho lo supe nada más ver el rostro de él recién llegado.