TU PERFUME EN MI PIEL.

Capitulo 4

El verle entrar de la mano con otra hizo que algo en mi se encienda, su mirada fija en la mía me estaba desafiando de cierta manera y yo quería demostrar algo, el qué? No lo sé pero algo le quería demostrar.

Cruzó la puerta dejándome atrás y una fugaz idea se me pasó por la cabeza, no estaba segura si iba a salir bien pero lo tenía que intentar. Con un paso ligero baje en busca del apuesto camarero que hacía no más de un par de horas me estaba comiendo con la mirada, y ahí estaba. Me acerco con una sonrisa.

- Sigues aquí?

-Sí, pero ya he acabado mi turno. Pero si quieres algo te lo sirvo.

-Qué te parece si nos tomamos unas copas juntos.- sé que se muere de ganas por la sonrisa tan amplia que se le dibuja en la cara cuando le digo mi proposición.

-Claro.- dice con demasiado entusiasmo.

-Después de 10 minutos y 17 copas ya se nota que él está borracho, así que aprovecho para hacer lo que quiero con él.

- Qué te parece si vamos a la "zona blanca"?- le susurró al oído a la vez que le acarició el antebrazo arriba y abajo con la llena de mis dedos haciendo que se le erice la piel.

Con una sonrisa insinuante en los labios asiente con la cabeza.

Le agarro de la mano y lo guío hacia arriba.

-Vamos.

Después de cruzar las puertas que dan a la parte más oscura del local iluminada con leds de color rojo, camino hasta llegar dónde está un desconocido que ni su nombre se pero que ha hecho que este aquí para demostrarle algo que ni yo sé que, encima de él está una rubia.

Sus oscuras pupilas de colocan encima de las mías sin despegarse, sin hacer caso a la figura de melena platino que está encima de su polla.

Separó mis ojos de los de él para hacerle caso a Marcos el camarero con el que estoy. Después de un rato restregando mi culo encima de su entrepierna se mete entre mis piernas dándome placer, pero estoy centrada en la pareja que hay delante de mis ojos y los de él en los míos.

Pasado un rato mi vestido azul que hace contraste con mis ojos está en el suelo quedándome en un conjunto lencero blanco.

La verdad no me esperaba que un simple camarero me diese tanto placer como lo está haciendo pero mis ojos están totalmente desafiando a la gran figura que tengo delante. Me concentro en el chico que tengo entre las piernas.

-Joder si que eres bueno con la lengua.

-Qué esperabas?- dice en broma.

- Vamos me toca- hago que se ponga de pie y a sus pies pongo una almohada donde me pongo de rodillas rezando a la gran figura que tengo a la altura de menos ojos. Cojo su polla entre las manos un poco fuerte haciendo que se le escape un pequeño gemido de entre los labios. Me lo meto en la boca y eso hace que cierre los ojos de placer. Los míos se desvían hacia unos pozos negros que me miran con concentración y yo lo mismo con una mirada totalmente desafiante.

Después de haberle llegar se sienta donde estaba y yo encima lo cabalgó haciendo que se venga por segunda vez. Me levanto y me pongo mi ropa y Marcos la suya me ayuda a subirme la cremallera.

-Vamos?

-Adelantate tú me voy a poner los zapatos- levanto la mano en la que sostengo mis sandalias plateadas de plataforma.

-Te espero si quieres.

-Tranquilo, vete tú ya se la salida- le digo con una sonrisa y un toque de broma, soy N realidad quiero que se vaya primero antes de que salga la típica conversación de ¿Nos volveremos a ver?, ¿Me das tu número? No e gusta el compromiso, a sido solo sexo de una vez, eso no quiere decir ni que me guste ni que quiera una relación seria con él.

-Vale- me da un beso en la mejilla y sale por donde habíamos entrado antes.

Termino de calzarme y al levantar la vista veo que la pareja está llegando al climax. Le sonrió con superioridad a la figura masculina y lo dejo a mis espaldas y voy por donde antes de a ido Marcos.

Estoy saliendo por los oscuros pasillos donde se oye de todo tipo de obscenidades, cuando una voz hace que me pare en seco.

-Te has divertido con ese niñito?

Me giró con las comisuras de sus labios levantados.

-Y tu con esa puta?- no sé porque cojines e dicho eso, pero lo e hecho y me doy una Ostia mental por hacerlo. En su cara veo que para nada se esperaba esa respuesta de mi parte y por un momento se le desencaja la mandíbula pero no deja que se le nota poniendo una sonrisa de superioridad en su cara.

-Celos, pequeña?- dice a la vez que me acorrala entre la pared y su pecho y con sus brazos a cada lado de mi cabeza. Me sorprende su movimiento tan inesperado pero no lo dejo ver. Hay algo en sus ojos que hipnotizan, es algo raro que nunca había visto.

- No me llames pequeña?- le digo con voz autoritaria.

- O qué?- dice con esa voz suya en casi un susurro

- O te mato y te aseguro que no voy de farol.- me mira intentando descifrar mi mirada, en el fondo sabe que mis palabras van enserio.

- Y desperdiciar semejante semental?- dice acercando su cara a la mía hasta que su nariz está apoyada en la mía sin poder escaparse de él, en su cara está dibujada una gran sonrisa y estoy segura que en la mía tengo puesta una mirada de "te voy a matar".

Abro la boca y la vuelve a cerrar sin decir nada. Apoyo mis manos en su pecho intentado alejarlo de mi pero es en vano, no puedo moverlo ni un paso.

Me da un rápido beso en la frente y se alejo dejándome a sus espaldas con una gran confusión en la cara No se a que a venido eso, primero me desafía como si fuese una cualquiera y luego me da un beso como si fuese su mejor amiga.

Después de unos segundos me recompongo y salgo por donde e entrado. Me dirijo a donde mis amigos.