Los túneles abandonados habían permanecido así por cerca de 4 años, luego de que un terremoto hubiera comprometido la estructura, no al punto de derrumbarse con otra sacudida, pero sí de caerse luego de meses de trenes yendo y viniendo. Luego de esos 4 años, un grupo de criminales los encontraron mientras huían de una pandilla rival, y el líder de aquella pandilla logró seguirlos y, aunque los perdió, de igual manera halló los túneles, luego tuvo una idea. Convirtió aquel sitio en su guarida, pero el hombre ambicionaba a más, tenían el espacio, podían conseguir recursos y herramientas ¿Por qué no hacer algo grande de ese sitio? Primero pensó en un lugar de reunión y distribución de drogas, pero ese mercado estaba controlado, y aparecer de la nada sería arriesgado, luego imaginó un bar ilegal, pero sería mucho trabajo conseguir todo el equipo, así se mantuvo hasta que un día, dos de sus subordinados se pelearon, ocurriéndosele la idea de un sitio de peleas clandestinas, solo tenían que preparar el lugar, encontrar a personas lo bastante fuertes como para dar espectáculo, y lo bastante locas como para arriesgarse, el público y el dinero llegarían con el tiempo.
Una vez habían construido un ring y unas bancas, fueron a las zonas más peligrosas de la ciudad a reclutar. Al principio el negocio fue lento, peleadores aburridos y poco público, además algunos participantes terminaban lastimados, por lo que no podían pelear en algún tiempo. Luego de varios meses, el club no había prosperado, y aunque habían recuperado la inversión de construir el lugar, los luchadores se ponían cada vez más exigentes, pidiendo mayor paga por sus peleas. Fue en una de las salidas de reclutamiento, que el jefe encontró un tesoro.
El hombre se encontraba vagando por los callejones de la zona roja, buscando indeseables que aceptaran pelar por poco dinero, cuando vio un grupo de niños indigentes, un niño y una niña pequeños, de no más de 8 años, acompañados por un niño más grande, de unos 12, que no parecía ser familiar de los otros, siendo rubio y teniendo rasgos extranjeros. No era raro ver ese tipo de escenas, por lo que la ignoro, hasta que la niña se calló, haciéndose una fea cortada en la rodilla con un vidrio roto que estaba en el suelo. El llanto de la menor lo enojó, haciéndolo voltear, para ver como el mayor de los tres sostenía su mano… y la herida de la niña se cerraba poco a poco.
Chico rubio: "Tranquila, ya paso"
Niña: "Eres increible Onii-chan"
Chico r: *snif* "G-gracias, no te preocupes"
El rostro del chico se veía incomodo, pero el hombre apenas y lo notó mientras se acercaba, silenciosamente, a los menores.
"Oye" su voz sonó estruendosa, haciendo a los niños voltear, para ver un sujeto alto y fornido junto a ellos ", ese quirk tuyo es increíble."
El chico rubio leyó la situación y gritó.
Chico r: "¡CORRAN!"
Los niños, espantados, ya habían salido de varios problemas similares, así que, en cuanto escucharon la indicación, ambos salieron huyendo. El chico, en cambio, al intentar apoyarse para correr, termino tropezando por un dolor repentino en su pierna, aunque no cayó al suelo pues fue sujetado de la muñeca por el hombre.Hombre: "Vamos niño, te tengo trabajo"
El menor se resistió al hombre, intentando soltarse y huir, pero fue inútil, no era lo bastante fuerte, y fue arrastrado por los callejones hasta que sus gritos hartaron al villano, quien lo golpeo en el estómago, dejándolo inconsciente.
Cuando el chico despertó, se encontró a si mismo bajo tierra, en lo que parcia una habitación, rodeado de varios hombres notoriamente fuertes, la mayoría heridos de alguna manera, y justo en medio de todos, se encontraba quien lo había secuestrado.
Hombre: "¡Muy bien chicos! Este niño será nuestro nuevo doctor, espero lo traten bien"
Todos rieron.
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Un punto de vista diferente (TN villano x Boku no hero)
Fanfiction¿Que pasa si a un pequeño se les destruyen todo sus sueños? ¿Si pierde todo lo que amaba?