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Moonbin se sentó en la cama, se sentía tan satisfecho por dentro.

Dongmin había caído completamente en la trampa y ahora estaban a nada de empezar a tener sexo.

Observó como Dongmin se le acercaba furioso, estaba tan ansioso de ver que proseguía.

-Voy a levantar tu pene sin usar mis manos, para que veas que el virgen es otro.- Moonbin le sonrió coqueto.

-Adelante, maestro.

Dongmin lo alejó un poco, haciendo que se recostara en el respaldar de la cama, luego prosiguió.

La bata era la clave en todo esto.

Se acercó a Moonbin, dedicándole una mirada divertida que tomó por sorpresa al castaño ¿qué era ese cambio de actitud tan repentino?

Dongmin no dijo ni una sola palabra, sólo pasó su lengua lentamente por los labios de Moonbin, quién tembló algo sorprendido por la acción.

El pálido prosiguió a besar sus labios lentamente, siendo correspondido al instante.

El beso era lento pero tan placentero. Dongmin de un momento para otro ingresó su lengua, rozándola sutilmente con la de Moonbin.

Moonbin suspiró fascinado.

Sus lenguas se unieron en un beso lento, era un ritmo que jamás había experimentado Moonbin y la verdad era que le agradaba bastante como Dongmin tomaba las riendas del asunto.

Cuando Moonbin intentó aceleras las cosas Dongmin se alejó con agilidad, dejando a Moonbin necesitado de sus expertos besos.

Soltó una risita divertida que dejó enganchado al castaño.

-Estoy al mando yo, Moonbin.- las palabras salían tan coquetas y cautivadoras, Moonbin se quedó sin habla, más al escuchar su nombre ser llamado con tanta coquetería dulce.

Dongmin mordió el labio inferior de su contrario suavemente, alejándose un poco del embobado castaño.

Se sentó sobre sus pies, quedando encima de la cama.

Sus manos subieron delicadamente sobre su cuerpo, rozando sus labios lentamente con sus finos dedos. Sus traviesas extremidades fueron bajando por toda la exención de la bata, tocando el nudo que se amarraba a su ceñida cintura, la cordura de Moonbin se iba de a poco.

Agarró el listón firmemente después de juguetear un poco, soltándolo de a poco.

La bata se abrió dejando ver su pecho blanquecino desnudo, después cayó sobre sus hombros finamente, dejándolo completamente expuesto a los hambrientos ojos de Moonbin

Gateo hacia Moonbin, quién ya no tenía aire en los pulmones de tanto estar conteniéndose, subiéndose a horcajadas de él, siempre con aquella mirada lasciva 

Moonbin quedó como una estatua sin saber que hacer, sus manos empezaron a temblar, la forma de cautivar de Dongmin termino por dejarlo en blanco.

Dongmin se acercó a su oído, soltando una risita traviesa, aquel acto penetro los huesos de Moonbin dejándolo sin respiración nuevamente.

-Ya estás listo...



Hola!! Avisarle que no habrá actualización hasta tal vez dentro de dos semanas :"( Me disculpo de ante mano, en febrero volveré a actualizar las demás historias que aun no termino uwu.

Nos vemooos :3

𝐌𝐚𝐦𝐚𝐝𝐚𝐬 - 𝐁𝐢𝐧𝐰𝐨𝐨 (𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora