6

539 54 1
                                    

Amy  volvió a mirar su reloj frustrada, este imbécil iba a llegar tarde a recoger a sus propios hijos.

-Tita –Alex la miro con el ceño fruncido -¿No podemos quedarnos con mama?

-No cielo –suspiro –Tienen que portarce bien ¿entendido?

-Si –Matt asintió con la cabeza.

-Mama –Damián que estaba agarrado de la mano de su tia la miraba con los ojitos llorosos.

-Mama no puede venir –amy  le miro con tristeza –Pero la veran pronto.

-Ahí esta papa –Matt señalo a su padre, que se bajaba de su mercedes negro, con su habitual traje de chaqueta y caminaba hacia ellos.

-¿Y billie? –La miro con el ceño fruncido.

-¿No deberías saludar a tus hijos primero? –amy  entrecerró los ojos –Saluden a su papá niños.

-Hola papá –Matt le miro distante.

-Hola –Alex agarro los tirantes de su maleta con fuerza.

-Ya no es tu mujer, o al menos pronto dejara de serlo –amy sonrió –Y esta ocupada.

-Tengo que hablar con ella sobre el divorcio –la miro molesto.

-Pues en ese caso que tus abogados se pongan en contacto con el suyo –y amy le  dio la manita de Damián

–Sean buenos, su padre los traerá de vuelta el domingo a las cuatro. –le dio la bolsa de Damián –No te retrases.

Damián comenzó a llorar y amy se agacho para quedar a su altura y le limpio las lagrimas con un pañuelo.

-Eh, eres un niño grande, no llores. –le dio un beso en la frente –Estarás bien con papa.

Eso se decía ella y su hermana constantemente para llegar a convencerse.

Se puso en pie y echo una mirada envenenada a Matthew, después dijo adiós a los niños con la mano y los observo alejarse.

En otro lugar...
Claramente sus compañeros se habían dado cuenta de su mal humor y todo se debía a su preocupación.
Dejar a sus hijos con Matthew la estaba comiendo por dentro, pero Tom insistió en que no lo impidiera. ¿Pero como iba a encargarse el de ellos? ¿Y que los llevaría a la casa con esa mujer?.

En mitad de una importante reunión recibió una llamada que realmente no esperaba,

Estefanía, la hermana de Matthew.
Ignoro el teléfono poniéndolo en silencio siguiendo con la reunión y cuando salió se dirigió al despacho, donde se debatio mas de media hora entre llamarla o no.

Finalmente marco su numero.

-billie –contesto inmediatamente.

-Hola -¿Qué se suponía que debía decirle? –Estaba en una reunión.

-Disculpa –ella también parecía incomoda -¿Cómo estas?.

-Es mejor que no preguntes eso –billie trago saliva

-Lo siento, de verdad que lo siento –y se le notaba en la voz –No se que le esta pasando a mi hermano, el no debería hacerte eso, no se que es lo que pasa por su cabeza.

-¿Qué le pasa a tu hermano? –le entraron ganas de reir –A tu hermano lo único que le pasa es que es un egoísta de mierda y que mis hijos y yo le importamos y le hemos importado una soberana mierda.

-No puedo excusarle, no tiene excusa –suspiro –Solo espero que se de cuenta de que se equivoca.

-Ya da igual, todo da igual –billie miro el anillo en su mano -¿Para que me has llamado?.

Una novia para mamá |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora