•|| A world full of colors || YG-TH||•

cap. 30

Yoongi se estacionó en el parqueo del hospital, Taehyung y él se bajaron del auto y el menor hizo un pequeño puchero sabía que estaba a pocas horas de estar en su casa y no lo deseaba, ambos se dirigieron a la habitación de Hyo-Joo al estar enfrente de la puerta Yoongi sintió como el menor lo detenía con su mano evitando que abriera la puerta.

— ¿Sucede algo?.— preguntó Yoongi ante la acción del menor.

Taehyung asintió. El mayor lo miró en señal de que continuará.

— Solo quería que me dieras un besito. — dijo haciendo un pequeño puchero.

— Claro mi amor. — contestó el mayor, sonrió tiernamente ante el pedido de Taehyung, se acercó lentamente asta iniciar un pequeño beso haciendo que el menor sonriera feliz entre el beso.

Al separase Yoongi dejo algunos besos fugases en todo el rostro del pelirubio, en la mejilla, barbilla, frente, en la punta de la nariz y por último otro en sus labios, haciéndolo reír por cada beso que recibía.

—¿Te sientes bien?. — preguntó el menor.

— Sí, — le aseguró, — sólo un poco nervioso. — completo con una pequeña sonrisa.

Taehyung sonrió mientras asentía.

— Está será la primera vez, ¿cierto?. — dijo con curiosidad.

— Así es... me emociona el poder verla... bueno, ya sabes a lo que me refiero. — soltó el mayor con una pequeña risa al final de sus palabras.

Taehyung asintió con una sonrisa y apretó la mano de Yoongi en señal de apoyo.

Taehyung no estaba usando su cubrebocas, debido que le había preguntado al mayor si alguna vez había visto las tonalidades del rostro de su tía Hyo-Joo, Yoongi lo pensó un momento y se dió cuenta que durante toda su vida nunca pudo apreciar aquel rostro que a simple vista era hermoso pero solo lo había apreciado en las tonalidades grises, diciéndole al menor que nunca la había apreciado de esa manera.

Así que Taehyung le preguntó al pelinegro si le gustaría verla, sonrió al ver a Yoongi asentir con una pequeña sonrisa, así que el menor sugirió que no usaría el cubrebocas para que pudiera observarla.

Yoongi se emocionó ante aquella idea, el echo de poder ver a su tía Hyo-Joo con los colores era algo que podría recordarlo para toda la vida, en ese momento pensó en lo hermosa que su madre se debió de ver también, al recordar que tanto su tía Hyo-Joo y su madre era idénticas.

Su corazón se estrujó ante aquel pensamiento, sabía que su mamá era muy hermosa pese que nunca tuvo la oportunidad de apreciarla en todas las tonalidades que ahora podía apreciar gracias al menor, pero sabía que al ver a su tía sería como ver a su madre.

Pensó en aquella fotografía un tanto desgastada que posee de su madre y deseo poder tenerla en sus manos en esos momentos y así poder saber cómo se podría ver su mamá con aquellos colores tan hermosos que en ese momento podía distinguir, una lágrima baja por su mejilla.

— Yoongi, ¿pasa algo?. — preguntó el menor limpiando la mejilla del mayor.

Yoongi sonrió y negó, saliendo de sus pensamientos.

— Todo está bien. — le aseguró el mayor.

Taehyung asintió, sintiendo su corazón pesado al ver el rostro de su tan precioso hyung un tanto perdido en sus pensamientos, decidió no decir nada, sabía que habían momentos donde es mejor callar.

Yoongi retomó su compostura y abrió lentamente la puerta de la sala de recuperación, sus corazón latía a mil por hora cuando sus ojos recorrían aquella habitación, llena de tonalidades claras, paredes color crema junto a cortinas blancas, se detuvo cuando hizo contacto visual con su tía Hyo-Joo.